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Martín Caparrós: "Que Tinelli pueda ser pensado como presidente es un signo del desastre"

Para el periodista, que el conductor del "Bailando" sea visto como posible candidato "es una muestra de la estupidez en la que hemos caído".

Para Caparrós, "en la Argentina nadie ve una salida, ni una solución"
Para Caparrós, "en la Argentina nadie ve una salida, ni una solución" | Catalina Giordano, Sendero Elegante.

“Sigo soñando con escribir un buen libro alguna vez”, dijo Martín Caparrós en una larga nota concedida en Barcelona a Sendero Elegante, ocasión en la que fue especialmente crítico con la posibilidad de que el conductor Marcelo Tinelli pueda llegar a estar entre los candidatos presidenciales el año próximo, como outsider derivado del combo actual de votantes macristas desecantados y kirchnerismo estancado:

"Si Tinelli pudiera ser candidato razonable para presidente, yo entonces me volvería a vivir a la Argentina solo para poder volver a irme. Así de desesperado y aterrado. Pero me parece extraordinario, es un signo de la mayor inmadurez política que uno pueda suponer: el hecho de que pueda pensarse en alguien como candidato sin tener ni idea de cuáles son sus ideas políticas, económicas o sociales. Nadie sabe qué propondría Marcelo Tinelli para el país".

"Sin embargo, se habla de que Tinelli podría ser candidato para dirigirlo, se hacen encuestas y hay gente que dice que lo elegiría. Es una muestra, para decirlo amablemente, de la estupidez en la que hemos caído. Quiere decir que un tipo, por el hecho de hacer durante veinte años un programa de chistes malos y mujeres semidesnudas, puede ser pensado como candidato. Eso es un signo del desastre”, agregó Caparros sin medias tintas.

"Quiere decir que un tipo, por el hecho de hacer durante veinte años un programa de chistes malos y mujeres semidesnudas, puede ser pensado como candidato. Eso es un signo del desastre”, agregó Caparrós.

En la nota el periodista recordó que en 1988 había escrito sobre el éxito televisivo de Marcelo Tinelli que "se debía al triunfo del "muchacho común". Entonces afirmó que la televisión argentina "durante mucho tiempo pretendió, con mayor o menor éxito, mostrar todo el tiempo algo extraordinario: gente distinta, gente mejor, gente que sabía hacer mejor ciertas cosas. Sin embargo, con Tinelli lo que entró de lleno en la televisión, y en la cultura argentina, es el hecho de que no se necesita hacer mejor ciertas cosas, simplemente lo que vale es hacer las cosas igual que todos, de esa manera mediocre en que las hacen todos. Creo que eso fue lo que hizo que funcionara”, sostuvo Caparrós.

“Todo lo que pasa cuando estás ahí —en la Argentina— te parece tan radical, urgente y decisivo que visto de lejos suele sonar un poco menos central. Pero, al mismo tiempo, desde España se ven más claros los esfuerzos que hacemos los argentinos por jodernos la vida, hacemos esfuerzos para que sea cada vez más difícil vivir en la Argentina. Creo que es así por muchas razones, desde las más personales hasta las más generales", indicó Caparrós a Sendero Elegante, agregando que "Argentina es un país que, se suele decir: 'tiene todo para que le vaya bien en muchas cosas' y, habiendo leído bien mucho, durante mucho tiempo, creo que le va cada vez peor. Todo el tiempo le va cada vez peor. Eso es relativamente difícil de conseguir y lo estamos haciendo de una manera extraordinaria. Y, por otro lado, en lo personal, vivimos muy tensos, muy enojados y muy peleados con cualquiera. Yo creo que hay veces en que vale la pena estar tensos y enojados, si uno logra dirigir esa atención y ese enojo hacia quien corresponde, pero para construir. Cuando estoy en la Argentina me da la sensación de que para muchos de nosotros se ha transformado en una condición permanente la cólera al momento de dirigirse a cualquiera en la calle, y es una tontería que hace que todo sea mucho más difícil".

Caparrós, sonriente en la nota de Sendero Elegante.
"En la Argentina hay una situación de anomia, donde nadie ve una salida, ni una solución", dijo Caparrós.

 

“A mi Macri nunca me pareció extraordinario. Me parece que se benefició de un fenómeno muy clásico de la política: cuando empezó a perder capital político Cristina Kirchner, alguien lo fue recibiendo. Es lo que suele pasar en política, lo curioso de la situación actual es que me parece que eso no está sucediendo. El capital político que está perdiendo Macri, por mirar las encuestas, no lo ataja nadie. Entonces es pura pérdida, pura entropía. Eso tiene que ver con el hecho de que, en general, cuando un gobierno o gobernante pierde, hay un sector relativamente importante que se alegra porque quiere decir que a ese sector le va a ir mejor, porque ataja ese capital y piensa que lo va a usar. Claramente, como te digo, eso es lo que hizo Macri hasta el 2015. Pero ahora no está pasando, porque el kirchnerismo, que podría ser quien recibiera ese capital, está estancado, tiene un tope estancado y después no hay otro. Por consiguiente, es simplemente energía política que se disipa y se pierde. Por lo tanto, produce esta sensación de anomia, donde nadie ve una salida, ni una solución”, puntualizó el escritor.

Finalmente consideró que "es curioso que Cristina Kirchner pueda hablar de un movimiento que ella misma llama 'peronismo', nombre derivado del apellido de un señor al que sus seguidores o adoradores llamaban "el hombre" o "el macho". Es curioso que un movimiento basado en la reverencia 'al hombre' y 'al macho' del general Perón, pueda creerse feminista. A mí me hubiera gustado que CFK lo hubiese pensado en los doce años anteriores a 2015, cuando tenía el poder suficiente como para cumplir con algunas de las reivindicaciones básicas del movimiento feminista. Estoy hablando justamente del tema de la legalización del aborto. Ahora parece que ella es pro legalización del aborto, sin embargo, durante los doce años en los que tuvo todo el poder para conseguir que esa ley se aprobara en los parlamentos, sobre los que ella dominaba absolutamente, no lo hizo sino todo lo contrario. Bloqueó todas las opciones e iniciativas para que se discutiera la ley. Por tanto me parece que es cierto que nos toma por idiotas, y tiene razón en muchos casos, pero no tan idiotas”.