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Manaos

Salvaje motín en una cárcel de Brasil deja 60 muertos

El hecho, que duró más de 17 horas, ocurrió dentro del complejo penitenciario Anísio Jobim . Sergio Fontes, secretario de Seguridad Pública de Amazonas, lo catalogó como "la mayor masacre del sistema penitenciario".

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Motín en una cárcel de Manaos | twitter
En el complejo penitenciario Anísio Jobim de la ciudad de Manaos el 2016 terminó de una forma caótica. Ayer por la tarde comenzó una rebelión que se extendió por 17 horas dentro de la cárcel más grande del estado de Amazonas y dejó al menos 60 presos muertos, según confirmó hasta el momento la Secretaría de Seguridad Pública de Amazonas a cargo de Sergio Fontes. 

Pedro Florencio, secretario de Administración Penitenciaria del estado de Amazonas, anunció que el levantamiento que había sido motivado por enfrentamientos entre facciones criminales de narcotraficantes que se disputan dinero y territorio, ya fue controlado por la policía brasileña y "se consiguió preservar la vida de funcionarios y rehenes internos". 

Los responsables de este conflicto, según se indicó desde la Secretaria que maneja Fontes son el Primer Comando de la Capital (PCC), originario de Sao Paulo y el grupo local FDN o Familia del Norte. Aunque aún no se conocen daños materiales importantes a excepción de alguna celda incendiada, "muchas personas fueron decapitados para mandar un recado a sus enemigos", comentó el secretario. 

En cuanto al número de prófugos que se escaparon durante el combate todavía no se ha confirmado oficialmente una cifra exacta, pero la Orden de Abogados de Brasil dice que hay más de 130 detenidos que están fugitivos. 

Antecedentes. En octubre pasado, enfrentamientos entre facciones dentro de una cárcel del estado de Roraima, también en el norte del país, dejaron al menos 25 muertos.

"La disputa entre facciones criminales ocurre en todo Brasil, en todas las unidades penitenciarias", sostuvo Florencio. "Aquí en Amazonas existen dos organizaciones, el PCC y la FDN, y ayer estalló una venganza por parte de esta última contra miembros de la primera", agregó. 

Más atrás en el tiempo, una de las mayores masacres era la del 2004 en Rio de Janeiro en la que hubo 31 muertos. Sin embargo, la más sangrienta sigue siendo la de 1992 en Carandiru donde la acción policial dejó 111 reclusos muertos.