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Cuba

Permiso, ¿puedo ser artista?

Casi dos meses después de su “toma de posesión”, el nuevo Presidente cubano afiló los mecanismos de censura del arte independiente en la Isla. Las protestas contra el Decreto 349, dentro y fuera de Cuba, no se tardaron.

Campaña en redes sociales contra el Decreto 349.
Campaña en redes sociales contra el Decreto 349. De izquierda a derecha los artistas y activistas Adrián Monzón, Lia Villares, Ana Olema y Diddier Santos. | Twitter de Cubalex

Los artistas sin vínculos formales con ninguna institución cultural del Estado serán considerados “delincuentes” a finales de 2018, sostienen los y las activistas que abogan por la derogación del Decreto 349. El Gobierno podrá multarlos, decomisar sus bienes de trabajo o, incluso, sancionar a cualquiera ―cuentapropistas o  empresas― que contrate sus servicios.

“El decreto deja algo bien claro: toda persona que tenga una proyección artística va a tener que contar con el permiso y la supervisión de las instituciones”, explicó a Tremenda Nota el rapero Soandry del Río.

La nueva norma jurídica sobre política cultural y contratación de artistas fue firmada el 20 de abril de 2018, dos meses después que Díaz-Canel asumiera el mando del país, y entrará en vigor en diciembre de este año.

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Hasta hoy, un grupo de artistas plástic@s y músic@s opuest@s al decreto enviaron cartas al Presidente cubano, a la Fiscalía de la República y a Alpidio Alonso, el nuevo Ministro de Cultura. Intentaron un concierto callejero en la esquina de Damas y San Isidro, en La Habana Vieja. Y planearon una protesta frente al Capitolio, nueva sede del Parlamento cubano.  

Obviamente, la Seguridad del Estado impidió el concierto y detuvo a l@s artistas antes de llevar a cabo su performance en las escalinatas del CapitolioSolo la curadora e historiadora del arte Yanelys Núñez, a nombre de sus colegas, untó excrementos del suelo para “declarar” simbólicamente que el Estado cubano considera “una mierda” a los creadores independientes.

Yanelys Núñez, el artista visual Luis Manuel Otero, el productor Michel Matos, el poeta y performer Amaury Pacheco, la actriz Iris Ruiz, y los músicos urbanos Soandry del Río y Sandol Pérez, entre otros artistas independientes, a menudo se reúnen en el Museo de Arte Políticamente Incómodo, en La Habana Vieja. Debaten los puntos esenciales de un manifiesto aún inédito, mientras afuera pocos vecinos parecen interesados en el arte.

Sin embargo, el pasado 11 de agosto, durante un concierto protesta convocado por el grupo de artistas en la esquina de Damas y San Isidro, los propios vecinos hicieron frente a la policía y filmaron los arrestos con sus celulares. Yanelys Núñez, Luis Manuel Otero y Amaury Pacheco, entre otros, fueron detenidos por varias horas.

Los activistas y artistas independientes, sin embargo, no dejan de denunciar un decreto que, según ellos, “criminaliza” el arte independiente en Cuba.

“El que preste servicios artísticos sin estar autorizado para ejercer labores artísticas en un cargo u ocupación artística” ―especifica la norma legal― podrá ser multad@ con 1 000 o 2 000 pesos. Además, “las autoridades facultadas” podrán decomisar los equipos y otros bienes de los artistas. Si incurren, la multa ascenderá a 4 000 pesos cubanos.

“Ahora te van a arrestar, te van a reprimir. Sin ley ya lo hacen, así que imagínate tú qué van a hacer con la ley”, advierte el productor independiente Michel Matos, uno de los fundadores del Rotilla Festival.

Protesta contra el Decreto 349
De izquierda a derecha los artistas independientes Yanelys Núñez, Nonardo Perea, Amaury Pacheco, Iris Ruiz, Luis Manuel Otero, Soandry del Río y Michel Matos, protestan contra el Decreto 349. Foto:  Facebook de Luis Manuel Otero Alcántara.

La nueva disposición legal instaura la llamada “censura previa”, según varias voces críticas. De acuerdo con la abogada y directora de Cubalex Laritza Diversent a partir de diciembre “solo podremos disfrutar de los artistas y las manifestaciones artísticas que estén aprobadas por el Estado o sus instituciones”.

El propio decreto ―prosigue la especialista― “propicia su aplicación selectiva, discrecional y discriminatoria. ¿Perseguirán con el mismo ahínco, a los músicos que cobran sus servicios en las ceremonias de la religión yoruba, que a un rapero contestatario?”

El Decreto 349 faculta exclusivamente al Ministerio de Cultura (Mincult) para conceder “permiso” a los artistas. A la misma vez dispone que los supervisores-inspectores designados por el ministerio se encargarán de “imponer las medidas pertinentes”.

Las autoridades no solo tendrán potestad para multar a los artistas independientes, sino que también podrán suspender “de manera inmediata” los espectáculos públicos celebrados sin consentimiento del Mincult o de sus diferentes instancias. Además, los supervisores-inspectores podrán decomisar los equipos empleados en las actividades artísticas y cancelar la licencia a los trabajadores por cuentapropia que violen el decreto.

¿Qué cambia si nada cambia?

Hasta la entrada en vigor del Decreto 349, la contratación de los artistas se regía por el Decreto 226, de 29 de octubre de 1997, titulado “Contravenciones personales de las regulaciones sobre prestación de servicios artísticos”.

A diferencia de su antecesor, “el 349 le da categoría de lugar o institución pública no estatal a los domicilios (privados) a los espacios artísticos independientes y en especial a los cuentapropistas”, explica Laritza Diversent.

A partir de la entrada en vigor, los cuentapropistas que contraten servicios artísticos sin la autorización del Mincult “no podrían invocar su derecho constitucional de inviolabilidad del domicilio”, pues los inmuebles donde se desarrolle una actividad económica autorizada serán considerados como “institución pública no estatal”.

“En otras palabras ―añade Diversent― las autoridades estatales pueden entrar, registrar y decomisar tal como los autoriza la ley de procedimiento penal”. 

A varios de los integrantes del grupo de Facebook “Artistas cubanxs contra el Decreto 349” no les parece casualidad que la nueva norma aparezca en medio de una transición generacional en las estructuras de poder del país. Michel Matos, por ejemplo, cree que el decreto puede ser una de las respuestas del nuevo gobierno a la 00 Bienal de La Habana, convocada y celebrada por artistas independientes en febrero de 2018.

“Creemos que las autoridades pueden estar cerrando grietas en el espacio de la cultura”, confiesa Matos. “La transición del poder de Raúl Castro, uno de los comandantes de la Sierra, a Díaz-Canel, puede ser interpretada por los sectores críticos o disidentes como un debilitamiento del poder. Y eso obliga a cerrar puertas, incluso antes de que se abran”.

Las críticas y protestas contra la nueva disposición legal no han pasado inadvertidas para varios organizaciones regionales. A finales de agosto Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, aseguróque, “en vez de afianzar su control sobre los artistas y las artistas que parecen excederse en sus críticas más allá de lo consentido por el Estado, las autoridades cubanas deben hacer cambios progresivos para proteger los derechos humanos”.

Sin embargo, uno de los defensores de la polémica norma legal redujo a los artistas independientes a “pólipos del arte y la cultura” y cerró cualquier posibilidad de diálogo entre las partes. La campaña contra el Decreto 349 “es una escaramuza de guerra cultural, sin muchas más señales de altruismo artístico ni deseos de engrandecimiento espiritual”, sostuvo el escritor cubano Jorge Ángel Hernández en la revista digital La Jiribilla.

Decreto 349: ¿El ying o el yang?

A diferencia del Decreto 226 de 1997 la nueva norma incluye varias pautas sobre política cultural. El Decreto 349 también considera como contravenciones la transmisión en medios audiovisuales de contenido pornográfico, violento, sexista, vulgar y obsceno, o el uso de los símbolos patrios, si es contrario a la legislación vigente. A la vez, penaliza la discriminación por “color de la piel, género, orientación sexual, discapacidad y cualquier otra lesiva a la dignidad humana”.

Según varios medios oficiales, el nuevo decreto se debe a las demandas históricas del gremio de los artistas.

“El Decreto 349, cuya letra y espíritu responde a insistentes reclamos de intelectuales y artistas cubanos, intenta poner orden en el siempre complejo campo de la comercialización del arte”, aseguró el escritor Antonio Rodríguez Salvador en Escambray, el periódico provincial de Sancti Spíritus.

El lunes 3 de septiembre Tremenda Nota interpeló a la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) vía correo electrónico. Sin embargo, el principal gremio de artistas del país no respondió ni emitió ninguna declaración.

Aunque la artista visual Sandra Ceballos, fundadora de la galería independiente Espacio Aglutinador, circuló una carta a través de las redes de correo electrónico pidiendo a sus colegas la denuncia del decreto, hasta hoy solo la compañía teatral El ciervo encantado rechazó esa disposición legal mediante un video satírico publicado en Facebook. El resto de las muestras de apoyo o adhesión a la campaña contra el Decreto 349 proviene de artistas cubanos independientes, residentes o no en el territorio nacional.

Las pocas voces que han defendido públicamente el Decreto 349 aseguran que los activistas obvian la parte de la legislación concerniente a política cultural. El rapero Soandry del Río, a nombre del principal grupo de artistas contra la disposición legal, aseguró a Tremenda Nota que “están de acuerdo en que no debe permitirse ninguna proyección xenófoba ni racista ni nada parecido”.

“Son disposiciones antidiscriminatorias, pero también forman parte de una gran estrategia declaró Yanelys Núñez. Las autoridades saben que una parte de la intelectualidad denigra las bocinas que pone la gente en la calle con música alta o los videos sexistas que transmiten en bares y cafeterías, por ejemplo. Se aprovechan de eso y meten lo otro [la censura del arte independiente]”.  

: El rapero Soandry del Río es uno de los artistas que aboga por la derogación del Decreto 349.
: El rapero Soandry del Río es uno de los artistas que aboga por la derogación del Decreto 349. Foto: Maykel González Vivero.

El decreto también ha sido criticado por incluir “restricciones imprecisas”, “vagas” o “excesivamente amplias”. Por ejemplo, el artículo 3.1 sanciona la transmisión en medios audiovisuales de “contenidos” que “infrinja[n] las disposiciones legales que regulan el normal desarrollo de nuestra sociedad en materia cultural”.

Al respecto, Amnistía Internacional considera que “prohibir la expresión artística basándose en conceptos como ʻobscenoʼ, ʻvulgarʼ o ʻlesivos a los valores éticos y culturalesʼ no cumple los criterios de finalidad legítima, necesidad y proporcionalidad que establece el derecho internacional”.

A la vez, la organización teme que las disposiciones del decreto se apliquen de manera arbitraria “para reprimir aún más las voces críticas y disidentes”.

“El decreto no está pensando en el arte ni está pensando en que la gente pague el fisco. No, aquí todo está enfocado en el control, por un problema político determinado”, cree el rapero Soandry del Río.

En el otro lado, dos artículos de opinión publicados en La Jiribilla defienden que el Decreto 349 no “va contra los artistas y sus manifestaciones de creación”, sino que solo pone cotas al intrusismo profesional, define pautas sobre la comercialización del arte. Varias publicaciones insinúan claramente que los activistas contra el Decreto 349 solo son falsos artistas sin obra o agentes financiados por el imperialismo.

A tono con ese discurso, a mediados de agosto el director del Centro de Comunicación (Creart) del Ministerio de Cultura, Alexis Triana, llamó “mercenarios” y “bandidos” a los artistas que protestan contra la polémica norma legal.

#PorqueHaceFaltaEl349. La grotesca conducta de estos nuevos mercenarios se embarra de lo que ellos mismos denuncian....

Posted by Alexis Triana on Tuesday, August 14, 2018

A pesar de la renuencia al debate de las instituciones culturales del Estado, Yanelys Leyva asegura que el principal objetivo del grupo de activistas contra el Decreto 349 ha sido establecer un diálogo con las instituciones sobre sus inquietudes y necesidades urgentes “en un espacio de debate abierto que no se ha establecido”.

En Cuba, sin embargo, los artistas que critican las políticas del Estado jamás han sido escuchados por el Gobierno. Desde 1961, el discurso de Fidel Castro conocido como “Palabras a los intelectuales” dejó fuera del debate a los considerados “contrarrevolucionarios”, “hipercríticos” o “disidentes”.

Con el Decreto 349, en definitiva, los que estaban fuera del canon político-cultural de la Revolución, mantendrán o reforzarán su posición marginal. El Mincult dirá quiénes se consideran artistas y quiénes no, cuáles obras se consideran arte y cuáles no. “Pero esa operación tendrá una implicación altamente ideologizada, pues el Ministerio de Cultura se debe a la misma estructura de poder que rige Cuba”, explica el productor Michel Matos.

“Si yo soy un artista crítico, si alguna vez he tenido una confrontación con las instituciones ―se pregunta Matos―, ¿el Ministerio de Cultura me daría a mí esa aprobación? No hay que vivir más para saber que no”.

(*) Carlos es o quiere ser —como aceptaría Samuel Feijóo— una criatura de los campos de Cuba. Tiene las maneras rurales, la timidez hosca de la tierra. Ha pensado muchas veces en dejar el periodismo y dedicarse a salvar perros callejeros. Y ha pensado también —pero teme confesarlo— que quizá sería feliz como drag queen. Sin embargo, no se atreve a nada: por ahora es, y seguirá siendo, periodista freelance.