Última semana para visitar la muestra sobre la víctima de Chocobar
El escritor Dani Zelko entrevistó a Ivonne, la madre del Juan Pablo Kukoc, y transcribió su relato en forma literal. En una de las paredes del espacio de arte Proa21 se exhibe un mapa de la vida del joven muerto de dos disparos por la espalda.
El relato de Ivonne, sobre páginas negras en medio del mapa que recorre la vida de Juan Pablo Kukok. |
Marcelo Parajó
Este fin de semana es la última oportunidad para visitar la muestra que surgió del proyecto interdisciplinario organizado por el primer laboratorio de artistas de Proa21.
El espacio experimental de Fundación Proa que fue inaugurado en abril de este año, convocó a seis artistas de diferentes disciplinas con la tutoría del escritor Santiago García Navarro y del dramaturgo Matías Feldman.
Durante dos meses el realizador cinematográfico Manuel Abramovich, el músico Alan Courtis, la bailarina Maria Kuhmichel , la artista visual Agustina Quiles, la actriz y dramaturga Sofia Wilhelmi y el poeta Dani Zelko participaron de una experiencia creativa en la que recorrieron el barrio donde se emplaza el espacio cultural a través de diversos estímulos sensoriales.
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A partir de una serie de preguntas que tenían como objetivo entablar un diálogo entre diferentes formas de expresión se intentó llegar a la realización de una obra colectiva que finalmente no pudo concretarse, aunque dio lugar a una muestra que reúne los resultados individuales del proyecto.
Tras la tensión y la falta de acuerdo que se produjo en un primer momento, surgió la propuesta de indagar en el barrio, abarcando a sus instituciones, los habitantes y los conflictos que les son propios.
Así se llegó a una mirada sobre el lugar, que está lejos de la imagen que se ofrece desde la propuesta turística o desde los portales de internet que giran en torno a las clásicas postales de Caminito o de las pinturas de Benito Quinquela Martín.
En el jardín de Proa21 se trató de conservar la identidad de pertenencia al barrio y no se lo pensó como un jardín decorativo sino como un espacio de protagonismo para las actividades del lugar.
En este barrio, más real y más próximo a la vida cotidiana de sus habitantes, hay incendios de casas y conventillos, hay insuficiencia de políticas públicas en educación, salud e inmigración y hay situaciones de violencia institucional y condena mediática de sus habitantes.
A partir de allí, Dani Zelko realizó una entrevista con Ivonne, madre de Pablo Kulkoc, asesinado por la espalda por el policía Luis Chocobar luego de robar una cámara fotográfica a un turista en el barrio de La Boca.
Ivonne realizó un relato sobre la vida de su hijo desde su infancia más temprana, su relación con sus hermanos, sus amigos y su padrastro, y la problemática social en la que estaba inmerso.
Zelko desgrabó el relato y lo convirtió en poema, utilizando para ello la respiración de Ivonne como fin y principio de cada verso que hizo imprimir en una tirada de 1.500 fanzines y que formó parte de un libro.
El libro se presentó en una casa del barrio, se cortó una calle e Ivonne habló en público por primera vez desde la muerte de su hijo. Zelko hizo notar que Ivonne había sido invisibilizada por los medios y el gobierno y que la noticia era cómo habían curado al turista herido en el robo.
El recorrido de la corta vida de Pablo Kulkoc quedó en un mapa trazado sobre la pared de Proa21, junto a las muestras que recuerdan la gran fogata de inauguración en la que se quemó una copia de una pintura de Quinquela, la gran pared creada por Agustina Quiles por medio de la superposición de papeles y pintada al óleo que toma su identidad del interior de muchos hogares boquenses y el video que Eugenio, un vecino ruso del barrio que trabaja como recolector de residuos en el conurbano filmó a partir de consignas e instrucciones de Manuel Abramovich.
El artista Enrique Jezik se valió de chapas acanaladas y tubos que se utilizan para la realización de armas "tumberas" para la obra Desatar la catástrofe.
En tanto, en el primer piso se puede visitar la obra Desatar la catástrofe de Enrique Jezik, una instalación de gran tamaño que fue exhibida originalmente en el espacio de arte de la Fundación Osde y que se resignifica al cambiar el entorno en el que se muestra.
Nuevo proyecto
A partir del mes de noviembre se presentará una nueva exposición que se plantea como un rescate de algunos gestos de la década de 1980 llevadas a cabo por el Trío Loxon, que estuviera conformado por los pintores Rafael Bueno, Majo Okner y Guillermo Conte quienes trabajaban en un taller llamado La Zona.
El colectivo disponía de un espacio en el Café Einstein (que perteneciera a Omar Chaban y Katja Aleman) donde realizaban sus performances en las que desplegaban unas enormes superficies de plástico y hacían pintura en vivo utilizando sus cuerpos como soporte.
