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Mercados

A Goldman le preocupa mucho el mercado de deuda italiana

Puede que el temido “bucle de la perdición” de los bancos soberanos en Europa se haya debilitado. Ahora llega la mala noticia.

Yields climb as stress mounts for Italy's sovereign debt
Yields climb as stress mounts for Italy's sovereign debt |

Puede que el temido “bucle de la perdición” de los bancos soberanos en Europa se haya debilitado. Ahora llega la mala noticia.

Gracias a riesgos políticos y cambios regulatorios, las entidades de préstamo italianas podrían mostrarse reacias a comprar muchos bonos del Gobierno local en momentos de estrés del mercado, lo que podría causar un cambio estructural enorme en la demanda del segundo país más endeudado de la eurozona. Goldman Sachs Group Inc. pone en duda que esas instituciones puedan seguir funcionando como diligentes compradores marginales, lo cual históricamente estabiliza un mercado considerado el talón de Aquiles de Europa.

“Una cuestión fundamental sigue siendo si las instituciones financieras nacionales seguirán actuando como fuente de demanda constante (y que podría ser cada vez mayor) de la duración de los soberanos”, escribió Matteo Crimella, de Goldman, en una nota publicada el miércoles.

Es un tema urgente. Esta semana, mientras el contagio desde Turquía barría los activos globales y una liquidación de empresas de tecnología endurecía la aversión a riesgos, los rendimientos de los bonos italianos con vencimiento en 10 años subieron hasta acercarse a sus valores más altos en cuatro años.

Problemas

Desde la crisis, autoridades y mercados vienen lidiando con el bucle de la perdición, o sea, el riesgo de que los bancos débiles que financian a sus Gobiernos súper endeudados desestabilicen los mercados de deuda soberana y viceversa. La perspectiva de que las entidades de préstamo nacionales apoyen a los Gobiernos ya no plantea una amenaza. Ahora, la cuestión fundamental es qué sucede cuando desaparecen esos compradores.

Las dudas provienen de dos fuentes. En primer lugar, los bancos italianos están regulados por entidades supranacionales que están sometiendo las exposiciones de los soberanos a pruebas de resistencia. Es una señal de que los supervisores “podrían estar inclinándose lentamente por oponerse al ‘sesgo local’ y diversificar más las carteras de los bancos”, observa Goldman.

En segundo lugar, Italia, para variar, enfrenta problemas locales. Políticos populistas parecen determinados a conseguir un presupuesto expansivo, lo que alimenta la preocupación por la sostenibilidad de la deuda. Esto ayudó a impulsar el diferencial de rendimientos entre las obligaciones italianas y alemanas con vencimiento en 10 años a 286 puntos básicos el miércoles, diferencia cercana a la más amplia desde mayo.

Exposición

En mayo, el punto álgido de la lucha del país por forjar una coalición, los bancos aumentaron su exposición a las notas del Gobierno en 11.000 millones de euros (US$12.500 millones). En un duro recordatorio de que el bucle de retroalimentación todavía no desapareció del todo, la pérdida de capital causada por las oscilaciones de la deuda soberana italiana fue mayor de la anticipada en el trimestre pasado por lo menos para dos de los bancos del país.

Todo esto podría volver más reacias a las entidades de préstamo a la hora de ir a comprar obligaciones nacionales en el futuro, calcula Goldman. Además, esto llega en un momento inoportuno, mientras el Banco Central Europeo —el comprador de último recurso por antonomasia— cierra su programa de estímulo sin precedentes. “La necesidad de un ‘comprador marginal’ de bonos del Tesoro italiano podría aumentar, especialmente si el Gobierno busca una gran expansión fiscal”, escribió Crimella. “Cualquier renuencia de los bancos locales a cumplir ese papel podría provocar una escasez de demanda”.