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Bolsonaro advirtió de "graves consecuencias para Argentina si gana la izquierda"

El mandatario carioca está enfrentado con Alberto Fernández, que lo calificó de "racista, violento y misógino" y visitó a Lula. Brasil es el principal importador argentino.

Jair Bolsonaro, presidente de Brasil.
Jair Bolsonaro, presidente de Brasil. | DPA

Un frío repentino amenaza la cálida relación entre las dos economías más grandes de Sudamérica, ya que el presidente de extrema derecha de Brasil advirtió sobre graves consecuencias en caso de una victoria de la izquierda en las elecciones argentinas.

El sorprendente resultado de las primarias del domingo en Argentina sugiere que el presidente Mauricio Macri va camino a perder en las primera vuelta presidencial de octubre contra Alberto Fernández, el izquierdista que compite con la expresidenta Cristina Kirchner como compañera de fórmula. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no oculta su deseo de que Macri permanezca en el cargo, mientras que Fernández ha acogido públicamente las críticas de un hombre que califica de "racista, violento y misógino".

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Con la victoria de Bolsonaro el año pasado, las economías históricamente proteccionistas de Brasil y Argentina tienen presidentes alineados en materia ideológica. Si bien la personalidad afable y profesional de Macri choca con el discurso áspero de Bolsonaro, ambos comparten objetivos económicos similares, como demuestra el reciente acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur, el bloque comercial sudamericano. Un deterioro de las relaciones entre las dos economías más poderosas del bloque puede trabar la ratificación de ese acuerdo y miles de millones de dólares en comercio bilateral.

Brasil y Argentina representan casi dos tercios de los US$4 billones de producción económica en Sudamérica. Argentina es el mayor socio comercial de Brasil en la región, totalizando casi US$30.000 millones en comercio cada año.

Brasil es el mayor comprador de exportaciones argentinas a nivel mundial, según datos del Fondo Monetario Internacional.

En sus primeros comentarios tras la votación, Bolsonaro afirmó que el regreso de los "zurdos" al poder en Argentina podría desencadenar una ola de migración a Brasil, replicando la situación que ocurre en zonas del norte del país donde decenas de miles de venezolanos han llegado por la crisis económica en esa nación.

"No queremos que nuestros hermanos argentinos huyan a Brasil", declaró Bolsonaro en el estado de Rio Grande do Sul, que limita con Argentina.

En la actualidad eso parece improbable. Alrededor de 4 millones de venezolanos han huido del país en los últimos años y alrededor del 90% de los no lo han hecho viven en la pobreza, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. En comparación, el 27% de los argentinos vive en la pobreza, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

En junio, Bolsonaro respaldó con entusiasmo a Macri durante una visita a Buenos Aires. A raíz de ese viaje, Fernández se dirigió a Brasil para reunirse con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en la cárcel de la ciudad sureña de Curitiba, donde permanece por cargos de corrupción. El lunes por la noche, aseguró que el exmandatario es un "preso político". Lula y Kirchner son aliados hace mucho tiempo.

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Los comentarios de Bolsonaro "muestran que hay personas preocupadas por lo que recuerdan de cuando Cristina era presidenta", planteó Earl Anthony Wayne, exembajador de Estados Unidos en Argentina en los gobiernos de George W. Bush y Barack Obama. "En este momento hay mucha preocupación".

Durante su mandato, Kirchner nacionalizó los fondos de pensiones, implementó controles de divisas y manipuló estadísticas económicas. Mientras tanto, Fernández intensificó los temores de los inversores al comprometerse a modificar los términos de un acuerdo de US$56.000 millones entre Argentina y el FMI.

Fernández también criticó el acuerdo de libre comercio suscrito en junio entre Mercosur y la UE. Aseguró que "no hay nada que celebrar sino muchas razones para preocuparse".