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Las amenazas de Trump sobre los aranceles a autos traban el TLCAN

Los planes del presidente Donald Trump de castigar a las compañías automotrices que producen vehículos fuera de los Estados Unidos y los venden a los estadounidenses están obstaculizando los esfuerzos de su gobierno para cerrar el acuerdo este mes.

U.S. Trade Representative Robert Lighthizer Testifies Amid Tariff Escalation
U.S. Trade Representative Robert Lighthizer Testifies Amid Tariff Escalation | Bloomberg

Los planes del presidente Donald Trump de castigar a las compañías automotrices que producen vehículos fuera de los Estados Unidos y los venden a los estadounidenses están obstaculizando los esfuerzos de su gobierno para cerrar el acuerdo sobre un nuevo TLCAN este mes.

Entre los puntos conflictivos que surgieron durante las conversaciones de esta semana en Washington entre EE.UU. y México tendientes a llegar a un Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte actualizado está una propuesta del gobierno de aumentar los aranceles a los autos importados de México que no cumplan con nuevas y estrictas normas de contenido, según cinco personas con conocimiento de las tratativas.

Aun cuando EE.UU. y México en gran medida han completado un acuerdo sobre las nuevas normas de origen para los autos, EE.UU. viene presionando para que los autos que no cumplan con ese umbral estén sujetos a un arancel de 20 a 25 por ciento, según las personas con conocimiento de las conversaciones. Eso constituiría un salto importante respecto del arancel de 2,5 por ciento que cobra EE.UU. actualmente conforme a las normas de la Organización Mundial del Comercio.

Una de las pocas maneras en que EE.UU. podría elevar los aranceles a los autos de acuerdo con las normas de la OMC es recurriendo a una investigación de seguridad nacional conforme al Artículo 232 que Trump ordenó en mayo para analizar las importaciones de automóviles y justificar el aumento de los derechos de importación.

Amenaza se considera contraproducente

La amenaza de los aranceles a los automóviles conforme al Artículo 232, a los que se oponen automotrices estadounidenses e internacionales como GM, Ford, Toyota y BMW, se ha considerado un intento de los EE.UU. de tener mayor influencia en las conversaciones del TLCAN. Sin embargo, podría estar surtiendo el efecto contrario al arrinconar a México y Canadá y darles menor margen político en el ámbito nacional para hacer las concesiones necesarias para llegar a un acuerdo.

La oficina del Representante Comercial de los EE.UU., Robert Lighthizer, que preside el equipo de negociadores estadounidenses, no respondió un pedido de declaraciones enviado por correo electrónico.

México ha dejado en claro ante EE.UU. que, si los países llegan a un acuerdo para actualizar las normas de contenido para los autos producidos en la región y comercializados libres de impuestos, esos vehículos tendrían que ser excluidos de los posibles aranceles 232, según una persona con conocimiento de las conversaciones que pidió que no se revelara su identidad por tratarse de negociaciones privadas. A México no le gustaría vivir con la amenaza de aranceles 232 pesando sobre su cabeza, señaló la persona.

Los funcionarios canadienses han restado importancia a su exclusión de las conversaciones recientes y argumentaron que es bueno que EE.UU. y México resuelvan sus diferencias en cuestiones espinosas como los autos y la agricultura. Pero Canadá –cuyos intereses en el sector automotor en general se alinean con las últimas posturas estadounidenses- luego volverá a sumarse a las tratativas y tendrá que aprobar cualquier avance.

“Obviamente, las normas de origen (para los autos) son una cuestión en la que los detalles importan, y Canadá tendrá mucho que decir para llevar a término todo esto”, dijo el miércoles a la prensa Chrystia Freeland, ministra de Relaciones Exteriores de Canadá.