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Ataques de Xi a Trump reafirman su postura en guerra comercial

Si el presidente chino, Xi Jinping, se está preparando para hacer grandes concesiones a Estados Unidos, su muy esperado discurso en una feria comercial de Shanghái no lo demostró.

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Trump HP | Photographer: Andrew Harrer/Bloomberg

Si el presidente chino, Xi Jinping, se está preparando para hacer grandes concesiones a Estados Unidos, su muy esperado discurso en una feria comercial de Shanghái no lo demostró.

Xi devolvió el golpe el lunes contra las políticas de "EE.UU. Primero" del presidente Donald Trump con el lenguaje más incisivo usado hasta ahora, denunciando prácticas comerciales de la "ley de la selva" y de “empobrecer al vecino”. Al mismo tiempo, no presentó ninguna nueva propuesta que sugiriera que estaba preparado para satisfacer las demandas de Trump, como detener las transferencias de tecnología forzadas o terminar con el apoyo a las empresas estatales. Las acciones cayeron en toda Asia.

"Todos los países deben esforzarse por mejorar su entorno empresarial y resolver sus propios problemas", dijo Xi en la inauguración de la Feria Internacional de Importación y Exportación de China, que contó con más de 3.600 compañías de 172 países, regiones y organizaciones. "No siempre deben lavarse las manos y culpar a los demás, o actuar como una linterna que solo expone a los demás, pero no a ellos mismos".

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Xi no llegó a nombrar a Trump o a EE.UU. en su discurso económico más destacado desde abril. En su lugar, intensificó las advertencias de que el proteccionismo dañaría el crecimiento mundial al tiempo que se comprometió a impulsar el consumo interno, fortalecer la protección de la propiedad intelectual y avanzar en las negociaciones comerciales con Europa, Japón y Corea del Sur.

Mientras que Trump ha planteado la posibilidad de un acuerdo cuando se reúna con Xi en las próximas semanas, las dos partes siguen estando muy alejadas en la resolución de quejas clave de EE.UU. Los inversores que observaron el discurso de Xi en busca de evidencia de que China tenía serias intenciones de acelerar su apertura económica y quería una resolución rápida para la guerra comercial quedaron decepcionados.

Aunque Xi se comprometió a importar US$30 billones en productos en los próximos 15 años, un aumento frente a los US$24 billones en estimaciones anteriores, sus iniciativas políticas estuvieron en gran medida en línea con declaraciones previas. El gobierno ya ha reducido los aranceles este año y dijo que volvería a hacerlo.

El hubo un gran entusiasmo antes del evento. Mientras que 18 jefes de gobierno tienen programado asistir, prácticamente todos son de economías pequeñas. De los países del G20, solo Rusia enviará a un jefe de estado o de gobierno.

Aunque el evento estaba destinado a reunir compañías extranjeras para atraer a los consumidores chinos, marcas globales desde Adidas a Walmart, Procter & Gamble y Uniqlo, solo enviaron a directores de país, o definitivamente a ningún ejecutivo de alto nivel. El máximo ejecutivo de Starbucks Corp., Kevin Johnson, cuya compañía abre una tienda en China cada 15 horas, no asistirá a pesar de que estará en la misma ciudad.

Eso no frenó los esfuerzos de Xi por presentarse como uno de los principales defensores de la globalización en el mundo, a la que describió como un "camino que se ensancha". “A medida que la globalización se profundiza, las prácticas de la ley de la selva y de que el ganador se lleva todo son un callejón sin salida”, dijo Xi.

El domingo por la noche, Trump se apartó de los comentarios recientes de que se podría llegar a un acuerdo rápidamente, y en cambio promocionó su enfoque de línea dura hacia el país durante un mitin de campaña en Tennessee poco antes del discurso de Xi. "Hemos tomado las medidas más duras nunca antes vistas para acabar con las prácticas comerciales abusivas de China. Lo estamos haciendo muy bien", afirmó Trump.

Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, quien asistió al evento de Shanghái, pidió a todas las partes que reduzcan las tensiones y "arreglen el sistema de comercio mundial, no que lo destruyan".

Alrededor de 180 empresas estadounidenses enviaron representantes, entre ellas grandes nombres como Google de Alphabet Inc., Boeing Co., Caterpillar Inc., Facebook Inc., General Motors Co., Honeywell International Inc., Microsoft Corp., Tesla Inc. y Qualcomm Inc.

Sin embargo, el gobierno de EE.UU. se mantuvo alejado, aunque China dijo que Trump expresó su apoyo a la exposición en una llamada con Xi la semana pasada. Un portavoz de la embajada de EE.UU. dijo que el gobierno de Trump no tenía planes de enviar un representante de alto nivel, y agregó que "China necesita hacer las reformas necesarias para poner fin a sus prácticas comerciales desleales que están perjudicando la economía mundial".