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Bancarrota sería culpable de violencia armada en Puerto Rico

Puerto Rico está luchando contra la violencia armada que algunos atribuyen a la crisis fiscal de la isla en bancarrota y a una fuerza policial desmoralizada por la reducción de beneficios.

Puerto Rico Struggles With Loss Two Weeks After Hurricane As Tourism Workers Are Rushing to Fill Recovery Jobs
Puerto Rico Struggles With Loss Two Weeks After Hurricane As Tourism Workers Are Rushing to Fill Recovery Jobs | Bloomberg

Puerto Rico está luchando contra la violencia armada que algunos atribuyen a la crisis fiscal de la isla en bancarrota y a una fuerza policial desmoralizada por la reducción de beneficios.

El sábado, un hombre fue asesinado a quemarropa, acribillado mientras estaba sentado en su carro en una tienda de autopartes al oeste de San Juan. Al día siguiente, se presentó un tiroteo a pocos metros de una concurrida vía pública, y el lunes por la tarde, otro hombre fue abatido a tiros desde una todoterreno frente a un almacén de generadores de energía en la capital.

Puerto Rico siempre ha tenido una tasa de homicidos superior a la de cualquier estado de EE.UU., aproximadamente cuatro veces el promedio nacional, y los homicidios en general de hecho han disminuido ligeramente. Pero estos asesinatos llevan la marca de las bandas criminales, y su carácter audaz y público tiene a muchos puertorriqueños preocupados por la creciente amenaza, especialmente a medida que la fuerza policial se reduce. Desde 2011, la nómina policial se ha reducido un 31 por ciento, a 11.800.

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Asesinos desatados

"Los delincuentes ya ni siquiera intentan ocultar su maldad", asegura Carlos Morales, presidente de COPS, un grupo de trabajadores de la policía y agentes de seguridad. "Cometen delitos en cualquier momento del día, y eso es lo que estamos viendo. Saben que no hay policías en las calles”.

Para algunos puertorriqueños, la ola de violencia puede ser la gota que derrame la copa. La isla ha estado atravesando una forma de protección de quiebra. Los años de gasto libre y corrupción llevaron a una recesión de una década, por lo que gran parte de sus obligaciones de deuda y pensiones, por US$120.000 millones, resulta impagable. El empleo sigue siendo bajo, la pobreza sigue siendo alta, y las autoridades todavía están tratando de reconstruir la comunidad tras el huracán María, la tormenta de septiembre de 2017 que mató a unas 3.000 personas.

El gobierno está vigilando los gastos de cerca mientras intenta lograr acuerdos con los acreedores, y una junta de supervisión fiscal instalada por el Congreso de EE.UU. ha negado la solicitud de ayuda de emergencia para los oficiales de policía.

"Todavía no tenemos los recursos que tienen en EE.UU.", asegura Rosa Emilia Rodríguez, fiscal interina del Distrito de Puerto Rico, después de salir de una reunión con el gobernador Ricardo Rossello. “Nuestros recursos son limitados. La policía, como todos saben, tiene un problema de personal, como nosotros. Pero estamos haciendo mucho con lo que tenemos".

Nueva amenaza

En una entrevista el miércoles en la estación de radio NotiUno, el principal funcionario del FBI en Puerto Rico dijo que el crimen violento relacionado con pandillas había eclipsado la corrupción y el lavado de dinero como su principal preocupación.

"Cuando hay violencia, como en las últimas semanas, todo apunta a las pandillas", afirmó Douglas Leff, agente especial de la oficina a cargo. "No hay duda de que la violencia es una gran preocupación para nosotros. Estamos trabajando con nuestros colegas en agencias estatales y municipales".