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Banqueros brasileños evalúan plan B ante inciertas elecciones

Hay una broma que circula en el mundo bancario sobre Geraldo Alckmin, el candidato preferido de la industria para las elecciones presidenciales de octubre en Brasil: es el yerno con el que todo padre sueña, con un solo problema, ninguna hija se enamora de él.

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What If? | Bloomberg

Hay una broma que circula en el mundo bancario sobre Geraldo Alckmin, el candidato preferido de la industria para las elecciones presidenciales de octubre en Brasil: es el yerno con el que todo padre sueña, con un solo problema, ninguna hija se enamora de él.

Alckmin, exgobernador del estado de São Paulo, ha prometido privatizar los activos del estado, recortar los gastos y equilibrar el presupuesto del gobierno. Su equipo económico es muy respetado y tiene suficiente apoyo político para impulsar las reformas a través del Congreso. No obstante, está estancado en el cuarto o quinto lugar de las encuestas y es poco probable que pase la primera ronda de votación el 7 de octubre, de acuerdo con Eurasia Group.

Eso deja a los banqueros con Jair Bolsonaro, el candidato imprevisible que inquietó a los inversionistas en el pasado con comentarios críticos sobre la privatización y la inversión extranjera. Ahora, es visto como la opción más viable contra la izquierda. Altos ejecutivos de media docena de los principales bancos en Brasil dicen que se están consolando con la elección del asesor principal de Bolsonaro, Paulo Guedes, defensor de un gobierno más pequeño, la libertad empresarial y la reforma a la seguridad social.

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Desde que incorporó a Guedes a su equipo, Bolsonaro se ha entusiasmado con la idea de vender propiedades estatales, defender la independencia del banco central y promulgar otras reformas respaldadas por la industria bancaria.

No todo el mundo está convencido de que tendrá éxito.

"Los mercados financieros están subestimando la dificultad de Bolsonaro para crear una base política sostenible para gobernar", dijo Ricardo Lacerda, socio y CEO de BR Partners, un banco de inversión boutique en São Paulo.

Lacerda apoya a Joao Amoedo, banquero y candidato del Partido Nuevo que está atrayendo contribuciones de la comunidad financiera, pero permanece estancado en el séptimo lugar de las encuestas, según los sondeos de Ibope y Datafolha. Lacerda reconoce que su respaldo a Amoedo lo pone en minoría, ya que la mayoría de sus pares ha hecho las paces con Bolsonaro.

Bolsonaro, un ex capitán del ejército, ocupa el primer lugar en las encuestas que excluyen al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien está en prisión por cargos de corrupción. El Tribunal Superior Electoral impidió el viernes a Lula, lejos el candidato más popular, postularse para la presidencia y su partido, el PT, dijo que apelará la decisión. Lula se opone a las reformas que se consideran clave para controlar las cuentas fiscales de Brasil, según los banqueros. La relación de deuda nacional a producto interno bruto alcanzará casi el 100 por ciento para 2023, según los cálculos del Fondo Monetario Internacional, en comparación con el 84 por ciento del año pasado. En 2013 la relación era del 60 por ciento.

Bolsonaro se ha ganado el respaldo generalizado en Brasil al decir que relajaría las restricciones a las armas y le daría más libertad a la policía.

"El atractivo de Bolsonaro para el público en general está relacionado con la ira contra los políticos tradicionales en general y la corrupción", dijo Silvio Cascione, analista senior de Eurasia Group para Brasil. Las encuestas muestran que en su mayoría es apoyado por hombres de clase media y alta".

Cascione dijo que Bolsonaro lo convenció durante la campaña de que está verdaderamente comprometido con las reformas y con facilitar la inversión extranjera, aunque el candidato "a veces parece contradictorio", como cuando defiende los límites a las adquisiciones en Brasil por parte de firmas chinas.

Los banqueros tienen dudas sobre la personalidad de Guedes, que según ellos es menos adecuada para el enfoque de equipo que se necesita en el gobierno y para formar coaliciones para que se implementen las reformas. Prefieren al asesor económico principal de Alckmin, Persio Arida, expresidente de Banco BTG Pactual y un respetado economista que, según dicen, ayudaría a atraer más funcionarios talentosos al gobierno.

Alckmin ya ha demostrado su capacidad para administrar presupuestos después de 15 años como gobernador, dijeron los banqueros. También pertenece al PSDB, uno de los mayores partidos brasileños, y cuenta con el apoyo del llamado "Gran Centro", un grupo de partidos que probablemente mantendrá la mayoría en el Congreso, lo que es clave para obtener la aprobación de las reformas.

Bolsonaro, por otro lado, nunca ha estado en el gobierno y carece de experiencia en negociación. Su habilidad para formar alianzas tampoco ha sido probada. Ha sido miembro de al menos ocho partidos políticos y nunca ha liderado ninguno de ellos. Para esta elección, es candidato del poco conocido Partido Social Liberal, al que se unió en marzo.

"Bolsonaro tendría una relación difícil con el Congreso, pero al final debería poder aprobar las reformas de seguridad social", dijo Cascione de Eurasia. "Solo tomaría más tiempo y los resultados finales serían más débiles".

Ciro Gomes, candidato del partido PDT, es otra posibilidad indeseable, dijeron los banqueros, citando su propuesta de impuestos a los dividendos corporativos y los planes para renegociar las deudas de los estados.

Otra candidata, Marina Silva, ha obtenido el respaldo de algunos de los banqueros entrevistados, que elogiaron a su equipo económico y al asesor Andre Lara Resende, que fue presidente del banco de desarrollo nacional en 1998. Silva, candidata del partido Rede Sustentabilidade, apoyó al candidato del PSDB, Aecio Neves en las elecciones de 2016 sobre la expresidenta Dilma Rousseff.