Los países de la Unión Europea todavía están debatiendo qué tipo de acceso otorgar a los bancos británicos después del Brexit, pero algunos presionan para que el bloque acuerde una posición fija ya en octubre.
Aunque el jefe de los negociadores, Michel Barnier, dijo que el plan del Reino Unido para la City no funcionará, varios países quieren aceptar algunas de las propuestas británicas, dijeron tres funcionarios de la UE. Actualmente, el bloque está reescribiendo sus normas sobre cómo tratar a los bancos no pertenecientes a la UE, y algunos Gobiernos desean que se tomen en cuenta las ideas del Reino Unido.
La UE ya dejó en claro en marzo que quiere plena autonomía y control sobre cómo operen los bancos del Reino Unido en el bloque después del brexit, rechazó las propuestas de supervisión conjunta e insiste con que el sistema al que están sujetos los bancos estadounidenses, conocido como equivalencia, es todo lo que se ofrece. Pero también en marzo, Francia y Luxemburgo —dos extremos opuestos del espectro de opiniones sobre cuán duramente tratar a la City— redactaron un documento de compromiso que pedía una "equivalencia mejorada".
Es una frase intencionalmente ambigua y el debate, con sus matices, prosigue, dijeron las autoridades.
¿Definir o posponer?
Una de las preguntas claves en el proceso del brexit es cuántos detalles sobre la relación futura, incluida la cuestión crucial de los servicios financieros, se definirán antes que se vaya el Reino Unido. El brexit se está negociando en dos etapas: primero, el acuerdo de divorcio, y luego, el acuerdo comercial final tras la partida del Reino Unido. El acuerdo de divorcio irá acompañado de una declaración política sobre lo que quiere cada parte del futuro acuerdo comercial, y se debate cuán detallada y definitiva debería ser tal declaración.
Algunos países, en particular los socios comerciales más cercanos del Reino Unido, quieren que se dejen abiertas las cuestiones sobre la futura relación económica y resolverlas durante el período de transición de 21 meses después de que el Reino Unido se haya ido. Esperan que el Gobierno británico cambie gradualmente sus límites y opte por permanecer más cerca del bloque. Pero otros países, junto con la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, quieren un plan más detallado antes de la partida británica, dijeron los funcionarios de la UE.
El Reino Unido también dice públicamente que esa "declaración política" debe ser lo suficientemente abarcadora como para convencer a los legisladores a votar a favor del acuerdo del brexit y aceptar el convenio financiero estimado en 39.000 millones de libras esterlinas (US$51.000 millones). Un funcionario británico dijo que el plan debe ser "de amplio alcance y preciso". Otro dijo que podría llegar a tener unas 70 páginas de extensión.
No se ha tomado una decisión final al respecto y este será el tema de discusión en las conversaciones entre el Reino Unido y la UE durante los próximos tres meses, dijeron los funcionarios europeos. La declaración política tiene por objeto formar la base de negociaciones plenas sobre un acuerdo comercial.
