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Reino Unido

El déficit de cuenta corriente británico crece en el segundo trimestre

El déficit de cuenta corriente británico aumentó más de lo que pronosticaban los economistas en el segundo trimestre.

El brexit divide a los británicos.
El brexit divide a los británicos. | Bloomberg

El déficit de cuenta corriente británico aumentó más de lo que pronosticaban los economistas en el segundo trimestre, lo que planteó nuevas dudas respecto de su sustentabilidad en momentos en que el Reino Unido se prepara para el brexit.

La brecha entre el dinero que sale del Reino Unido y el que entra fue entre abril y junio de 20.300 millones de libras (US$26.500 millones), el equivalente a 3,9 por ciento del producto interno bruto. Los economistas consultados en una encuesta de Bloomberg pronosticaban un déficit de 19.400 millones de libras.

La Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS por la sigla en inglés) mantuvo su estimación del crecimiento del PIB en el período en 0,4 por ciento, pero la inversión empresarial cayó por segundo trimestre consecutivo y, presionados por la inflación, los hogares volvieron a gastar más de lo que ganaban. El crecimiento del primer trimestre se corrigió a la baja, a 0,1 por ciento, el nivel más débil desde fines de 2012.

La libra se debilitó tras difundirse las cifras y estaba a US$1,3059 a las 09:43 hora de Londres, una declinación de 0,2 por ciento en el día.

El brexit ha devuelto la cuenta corriente a un primer plano y los economistas dudan de la disposición de los inversores extranjeros a seguir financiando el déficit mediante la compra de activos británicos una vez que el Reino Unido abandone la Unión Europea.

El Reino Unido tuvo el año pasado el mayor déficit entre los países del Grupo de los Siete y los funcionarios estiman que sólo experimentará una leve reducción en los próximos años a pesar de la caída de la libra desde el referéndum de 2016 sobre el brexit. Los temores crecieron el mes pasado cuando las cifras mostraron que los inversores extranjeros vendieron un récord de 17.200 millones de libras de gilts en julio.

El Reino Unido experimentó un deterioro tanto del balance comercial, producto de mayores importaciones, como de la brecha entre lo que los inversores ganan sobre sus inversiones extranjeras y lo que los extranjeros ganan con sus inversiones británicas. El déficit total tuvo un marcado aumento respecto de los 15.700 millones, o 3 por ciento del PIB, del primer trimestre.

Lastre comercial

El creciente déficit comercial significó que el comercio neto pesó negativamente en el crecimiento entre abril y junio. El crecimiento del segundo trimestre le debió mucho al gasto en consumo, que aumentó un respetable 0,4 por ciento. La inversión empresarial declinó 0,7 por ciento en lugar de crecer un 0,5 por ciento como se había estimado. En el plano de la producción, las correcciones al alza de la manufactura y el sector dominante de servicios se vieron contrarrestadas por una revisión a la baja de la construcción.

“Si bien ha aumentado un poco respecto de un lento comienzo del año, el crecimiento económico subyacente sigue estando por debajo del promedio de largo plazo”, dijo Rob Kent-Smith, jefe de cuentas nacionales de la ONS.

Los ingresos disponibles después de ajustados por inflación crecieron 0,4 por ciento y los hogares ahorraron el 3,9 por ciento de sus ingresos, más que el 3,6 por ciento del primer trimestre. Los hogares fueron ahorristas netos por séptimo trimestre.