Iván Duque comenzó su mandato de cuatro años en la presidencia de Colombia prometiendo un paquete de reformas económicas que podría estimular el crecimiento económico al 4 por ciento anual o más. El abogado de 42 años dijo que el Gobierno hará que el sistema tributario "asfixiante" del país sea más favorable a las empresas, y apoye a los sectores petrolero y minero.
En un discurso bajo la lluvia y fuertes vientos en la plaza principal de Bogotá, Duque dijo que su Administración cumplirá "la meta de aumentar el recaudo mientras bajamos impuestos a los generadores de empleo y mejoraremos los ingresos de los trabajadores".
Duque hereda un economía que el año pasado fue objeto de la primera rebaja de su calificación crediticia en 15 años ya que el crecimiento se desaceleró al nivel más bajo desde la crisis financiera mundial. El discurso no proporcionó a los inversores una guía sobre cómo o cuándo el Gobierno reemplazará los ingresos perdidos a través de recortes de impuestos, dijo Munir Jalil, economista jefe de Citibank para la región andina.
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S&P Global Ratings rebajó la calificación del país a un escalón en diciembre, mientras que Moody’s Investors Service y Fitch Ratings sitúan a Colombia dos escalones más arriba. "El plan de Duque para aumentar los ingresos a través de una recaudación de impuestos más eficiente llevará tiempo, mientras que el impacto de cualquier recorte de impuestos sobre los ingresos sería inmediato", dijo Jalil.
Economía y acuerdo de paz
El banco central pronostica que la economía crecerá un 2,7 por ciento este año, frente al 1,8 por ciento en 2017. El gobernador del banco central, Juan José Echavarría, estima que la economía actualmente no puede crecer más de entre un 3,3 por ciento y un 3,5 por ciento aproximadamente sin sobrecalentarse.
Duque es el protegido del ex presidente Álvaro Uribe, el cual es popular entre los inversores por haber facilitado la mayor escalada bursátil del mundo durante sus ocho años de mandato. El nuevo presidente dijo que su Gobierno estudiará el proceso de paz con las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) durante los primeros 30 días en el cargo antes de decidir cómo proceder. El Gobierno insistirá en el fin de todos los actos criminales del grupo como condición para cualquier tipo de diálogo, señaló.
Duque fue un destacado opositor del acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y lo criticó por ser demasiado indulgente con las personas con sangre en las manos. El presidente dijo que no destruiría los acuerdos, y que hay un límite respecto a lo que puede cambiar, dado que ya está firmado y tiene una garantía de 12 años.
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El mandatario dijo que hará una "evaluación juiciosa, prudente, responsable y analítica" de ese proceso de paz junto con las Naciones Unidas, la Iglesia católica y los países que respaldan la negociación. "Pero quiero dejar claro que un proceso creíble debe cimentarse en el cese total de acciones criminales con una estricta supervisión internacional", advirtió Duque.
En su primer discurso como jefe de Estado y en el marco de la ceremonia de posesión, Duque también señaló que su Gobierno se caracterizará por la "construcción de consensos" y estará "libre de odios y revanchas". En política exterior, Duque dijo que se opondrá a las dictaduras de América Latina con "palabras y argumentos, sin ninguna actitud bélica". El presidente saliente Juan Manuel Santos dijo que la avalancha de refugiados que huyen del colapso económico de Venezuela era probablemente el problema más difícil de Colombia.
Después graduarse en Derecho en Bogotá, Duque recibió un título avanzado en estudios jurídicos internacionales en 2004 de la American University en Washington y un máster en política pública de Georgetown en 2007 y trabajó en el Banco Interamericano de Desarrollo allí. Pasó casi la mitad de su vida adulta en Estados Unidos. Regresó a Colombia y ocupó un cargo en el Senado en 2014.
