Con el objetivo de resolver los conflictos por la guerra comercial, los negociadores estadounidenses y chinos están trabajando en múltiples memorandos de entendimiento que serían la base de un acuerdo comercial final, según una persona al tanto de las conversaciones.
Estos cubrirían áreas como la agricultura, las barreras no arancelarias, los servicios, la transferencia de tecnología y la propiedad intelectual, dijo la fuente, que pidió que no se revelara su identidad porque las deliberaciones son privadas. Agregó que el mecanismo de aplicación aún no está claro, pero probablemente sería una amenaza de que los aranceles se reimplantarían si no se cumplen las condiciones.
No se esperan avances durante las conversaciones de esta semana en Washington sobre los principales problemas estructurales, añadió la fuente, pero se está realizando un esfuerzo para ampliar el plazo del 1 de marzo, cuando los aranceles estadounidenses aumentarían para los productos chinos. Se espera que Liu He, el principal negociador de China, se reúna con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el viernes, de acuerdo con otra persona al tanto de la situación.
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Además, EE.UU. le ha pedido a China que mantenga estable el valor del yuan para neutralizar cualquier esfuerzo de Pekín para devaluar su moneda a fin de contrarrestar los aranceles estadounidenses, según otras personas al tanto de las conversaciones en curso. El portavoz del gobierno chino dijo el miércoles que el país no usaría el yuan como una herramienta para lidiar con la disputa comercial.
Gao Feng, vocero del Ministerio de Comercio de China, dijo el jueves en una reunión informativa que no tenía detalles respecto de memorándum de entendimiento alguno en discusión con EE.UU. Agregó que no podía proporcionar información sobre los resultados de las conversaciones comerciales hasta la finalización de la ronda actual.
Un vocero del Representante Comercial de EE.UU. no contestó de inmediato una solicitud de declaraciones. Reuters informó antes que funcionarios chinos y estadounidenses analizaban los términos de seis memorándums de entendimiento que resolverían los temas más conflictivos de la guerra comercial.
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Los problemas
Si bien el presidente Trump ha hecho hincapié en el déficit comercial bilateral con China, EE.UU. tiene numerosos problemas con las políticas económicas y comerciales de China, y el gobierno impulsa lo que denomina comercio "justo y recíproco".
En respuesta, China ha ofrecido en repetidas ocasiones aumentar las compras de productos agrícolas y energéticos para reducir el déficit. Desde la tregua arancelaria acordada en diciembre, ha reanudado las importaciones de algunos productos agrícolas y un acuerdo podría comprender un aumento sustancial en ese comercio.
¿Son injustas las prácticas comerciales de China?
La cuestión de las transferencias de tecnología y la protección de la propiedad intelectual estadounidense ha sido una de las más polémicas de la disputa, ya que EE.UU. acusó a China de robar los resultados de la investigación y el desarrollo estadounidenses para promover su propio desarrollo y también obligó a las empresas de EE.UU. a entregar su tecnología a las empresas chinas para acceder al mercado de China.
Acusaciones de piratería
China niega las acusaciones de robo y piratería informática, y aunque afirma que nunca ha obligado a las compañías a proporcionar tecnología para acceder al mercado, ha comenzado a debatir una ley que haría ilegal esa práctica.
La incapacidad de las empresas de servicios de EE.UU. de acceder a China es otro punto en discusión. Si bien China está flexibilizando las reglas sobre bancos extranjeros y compañías de seguros que poseen acciones mayoritarias en sus operaciones chinas, empresas como Visa y Mastercard aún están fuera del mercado.
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Los subsidios y la política industrial dirigida, agrupados bajo el nombre "Hecho en China 2025", se consideran barreras no arancelarias para las empresas estadounidenses. Además, si bien el gobierno prometió tratar a las empresas extranjeras, privadas o estatales, de manera igualitaria con propósitos reguladores a fines del año pasado, todavía hay áreas de la economía que están fuera del alcance de la inversión foránea.
ED
