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EE.UU. y la UE se contradicen por negociaciones comerciales

A medida que Estados Unidos y la Unión Europea se preparan para sostener conversaciones de libre comercio, el desacuerdo sobre lo que se negociará podría hundir el esfuerzo.

President Trump Hosts NATO's Secretary General Jens Stoltenberg At The White House
President Trump Hosts NATO's Secretary General Jens Stoltenberg At The White House | Bloomberg

A medida que Estados Unidos y la Unión Europea se preparan para sostener conversaciones de libre comercio, el desacuerdo sobre lo que se negociará podría hundir el esfuerzo.

La división refleja los reclamos de competencia sobre lo que se convino exactamente en julio pasado en una reunión de la Casa Blanca entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

Funcionarios estadounidenses dicen que el compromiso de ambos líderes el 25 de julio de reducir las barreras comerciales transatlánticas se extiende a la agricultura. La UE insiste en que el pacto político se limita a productos industriales (excepto por un voto europeo para comprar más soya estadounidense, algo que el mercado ya estaba haciendo).

"Indicaba muy claramente, sin lugar a dudas -y yo estaba en la habitación cuando sucedió esto, así que sé de lo que hablo- que la agricultura no se incluiría", expresó la Comisaria de Comercio en la Comisión Europea, Cecilia Malmström, a la prensa el viernes en Bruselas después de presentar un plan para un acuerdo transatlántico que reduciría los aranceles a los productos industriales.

Eso contrasta con la opinión del enviado de Estados Unidos a la UE, Gordon Sondland, quien dijo hace dos meses: "Tuve la ventaja, o la desventaja, de estar en la sala cuando esto se discutió el 25 de julio en la Casa Blanca. La agricultura siempre fue parte de la discusión".

Para pasar por alto el desajuste en las expectativas, la comisión de Juncker prescindió de algunos trámites de la UE con respecto a los mandatos de negociación comercial. Malmström omitió en gran medida la tarea de trabajar con su contraparte de EE.UU. sobre el alcance exacto de cualquier acuerdo que se buscara, adelantándose rápidamente a la solicitud para que los gobiernos de la UE aprobaran el inicio de las negociaciones.

La UE está decidida a mostrar al notoriamente impaciente Trump que se está avanzando en la promulgación del acuerdo de julio, que puso en suspenso una muy temida amenaza de Estados Unidos de golpear a los autos y los repuestos europeos con aranceles por motivos de seguridad nacional.