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ANÁLISIS ECONÓMICO

Flotar, pero no muy lejos: Argentina cede a la realidad del peso

Para los operadores de Argentina, el lunes supone el inicio de un nuevo régimen, una condición para el rescate ampliado de US$57.000 millones acordado con el Fondo Monetario Internacional esta semana. Infografía.

Peso argentino se debilita tras ampliación de línea de crédito del FMI
Peso argentino se debilita tras ampliación de línea de crédito del FMI |

Fue una prueba contundente de que el nuevo líder de Argentina era diferente de sus predecesores, un tipo a favor de los mercados. El presidente Mauricio Macri llegó al poder en 2015 con la promesa de permitir la libre flotación del peso. Y lo hizo en su mayor parte. Hasta que se hundió.

Para los operadores de Argentina, el lunes supone el inicio de un nuevo régimen, una condición para el rescate ampliado de US$57.000 millones acordado con el Fondo Monetario Internacional esta semana. Se supone que el Banco Cenral, que gastó miles de millones este año para apuntalar el peso, se hará a un lado siempre y cuando la moneda permanezca en lo que se ha denominado una "zona de no intervención".

El FMI dice que el nuevo sistema, diseñado para evitar que su efectivo pase a los especuladores, sigue siendo de libre flotación. Pero por primera vez desde 2015, los responsables de política han tenido que explicar en qué banda quieren que se negocie la moneda y cuánto gastarán para mantenerla allí.

Esto equivale a reconocer que Argentina no está lista para permitir que los mercados determinen el valor del peso por sí mismos. La economía sigue siendo demasiado frágil después de un traumático impago de deuda y diez años de gasto libre populista.

La inflación se aceleró por encima del 30 por ciento mientras la moneda perdió más de la mitad de su valor este año. El PIB cayó un 4,2 por ciento en el último trimestre y se pronostica que continúe contrayéndose en 2019, año de elecciones.

Terminar en lágrimas

"Los problemas de Argentina llevan gestionándose durante decenios, y deshacerlos requerirá esfuerzos hercúleos", dijo James Gulbrandsen, gestor de fondos de Río de Janeiro que participa en la administración de US$3.500 millones en NCH Capital. "Cualquier tipo de control de precios de la moneda por lo general termina en lágrimas a menos que la economía en cuestión trabaje enérgicamente para solucionar lo que la aqueja".

Para Macri, eso significa reducir la inflación y un presupuesto más cercano al equilibrio. Ha anunciado recortes de gastos y aumentos de impuestos para el próximo año. Mientras tanto, el banco central abandonará las metas de inflación y la fijación de las tasas de interés. En su lugar, tratará de controlar los precios mediante la congelación de la oferta de dinero, que había estado creciendo aproximadamente un 2 por ciento al mes.

Con cantidades récord de efectivo del FMI, algunos inversores apuestan a que hay una buena posibilidad de que el plan funcione. La prima de la deuda de Argentina frente a los bonos del Tesoro estadounidense se redujo 20 puntos básicos el jueves, un día después de que se anunciase el acuerdo del Fondo.

"Experimento Monetario"

"Es un experimento monetario, pero los ajustes fiscales y de cuenta corriente por fin están en marcha", dijo Luis Carrillo, gestor de cartera de JPMorgan Asset Management en Nueva York. "El mercado crediticio confía cada vez más en que no caerán en default".

Por su parte, la negociación del peso era baja y volátil mientras que los actores del mercado intentaban descifrar el nuevo régimen. La moneda cayó un 3 por ciento a 39,7 por dólar, cerca del punto medio del rango del banco central de 34 a 44 por dólar.

Según el plan del FMI, el banco puede gastar US$150 millones en la compra del peso si se desplaza fuera de esa zona. Algunos operadores se mostraban escépticos acerca del límite, argumentando que en caso de un choque en Argentina, o una ola vendedora mayor en los mercados emergentes, ese nivel no será suficiente.