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Italia sufre recesión en pleno aislamiento económico y político

La recesión italiana a fines de 2018 casi no tuvo precedentes entre los miembros más importantes de la eurozona y entregó pruebas adicionales del daño autoinfligido a la economía.

Italian Markets Set for Relief as Risk of Junk Rating Retreats
Italian Markets Set for Relief as Risk of Junk Rating Retreats | Bloomberg

La recesión italiana a fines de 2018 casi no tuvo precedentes entre los miembros más importantes de la eurozona y entregó pruebas adicionales del daño autoinfligido a la economía.

Alemania evitó apenas el mismo destino, aunque su debilidad se debió en gran parte a efectos únicos en la industria automotriz. Las dos contracciones trimestrales consecutivas de Italia resaltan problemas más profundos y también significan que es la única economía importante de la región que se sumerge sola en la recesión.

Italia no solo está aislada en lo económico. A nivel político, el país ha sido criticado por otras naciones europeas por su presupuesto y la tensión ha sido particularmente pronunciada con la vecina Francia.

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Si bien el crecimiento en toda la zona del euro se ha debilitado, la desaceleración de Italia es especialmente marcada. Además de dos contracciones, se pronostica que apenas crecerá este año, quedando muy por detrás de las otras 18 naciones de la zona monetaria. Esto pone en tela de juicio la política interna, que ha dejado a la economía con una gran deuda, crecimiento bajo y altos niveles de desempleo.

"La recesión técnica de Italia parece ser un problema italiano hasta el momento", comentó Fabio Fois, economista sénior europeo de Barclays. En las últimas dos recesiones europeas "hubo razones comunes para la desaceleración en los Estados miembros".

"En esta ocasión, parece que Italia se destacó debido al debilitamiento de la demanda interna y externa", planteó.

Un pequeño consuelo para Italia es que no es la primera nación europea en sufrir una recesión en la soledad. Grecia vivió eso en el primer semestre de 2010, aunque poco después se unieron otras naciones en la recesión generalizada que coincidió con la crisis de deuda del euro.

Si bien existe la posibilidad de que otros países de la región sufran este año caídas más profundas, o incluso recesiones, la línea de base es que el crecimiento de la eurozona se recupere en 2019. Ese podría no ser el caso en Italia.

De acuerdo con Fois, el debilitamiento del consumo el año pasado "no puede atribuirse exclusivamente a factores temporales, sino que se debe principalmente a la desaceleración del consumo privado y las inversiones debido a la inestabilidad política". Proyecta que la economía italiana se estancará este año.

El gobierno populista de Italia encabezado por el primer ministro Giuseppe Conte ha culpado varias veces a la desaceleración del comercio mundial en los últimos trimestres por el nuevo declive de la economía nacional, dependiente de las exportaciones. Las ventas de productos italianos en el extranjero crecieron en 2018 en un 3 por ciento, menos que el aumento de 7.6 por ciento del año anterior.

Aún así, muchos economistas dudan que el comercio internacional rezagado hundiera a la economía italiana. Una caída de las ventas y pedidos industriales de diciembre informada esta semana es la señal más reciente de que la recesión podría continuar en este trimestre.