Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo que la Teoría Monetaria Moderna, una doctrina económica progresiva que está llamando la atención en Estados Unidos, tiene poco que ofrecer a la economía mundial en este momento, pero podría ser útil en situaciones de crisis cuando los precios están cayendo.
"No creemos que la teoría monetaria moderna sea realmente la panacea", dijo Lagarde el jueves en la reunión de primavera del FMI en Washington. "No creemos que ningún país se encuentre actualmente en una posición en la que esta teoría pueda ofrecer un buen valor de manera sostenible".
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La Teoría se fundó en la década de 1990 y ha languidecido en la oscuridad durante gran parte de su vida, pero ahora está generando un debate entre políticos y economistas. La idea que se resalta en la teoría es que los déficits del gobierno no son tan peligrosos como se suele pensar -para naciones soberanas que toman préstamos en su propia moneda y, por lo tanto, no pueden entrar en quiebra.
La doctrina ha ganado adeptos entre los políticos progresistas de EE.UU., entre ellos Alexandria Ocasio-Cortez, que buscan formas de financiar programas sociales como Medicare For All y Green New Deal. Ha resonado más ampliamente debido a las preocupaciones sobre la desaceleración del crecimiento económico y la falta de acción tradicional del banco central para contrarrestar una desaceleración.
"Es tentador, cuando se observa el modelo matemático de la misma, y parece ser sólido", dijo Lagarde. "Si el país está en una trampa de liquidez", dijo, "si hay deflación, entonces en esas circunstancias podría funcionar por un corto período de tiempo".
