El repunte en los mercados emergentes se desvaneció debido a que, en las últimas semanas, la preocupación por una crisis de confianza en lugares como Argentina o Turquía les recordó a los inversionistas sobre el frágil panorama de los países en desarrollo.
La lira lideró las pérdidas globales, luego de que una medida del banco central de aquel país para los límites al endeudamiento a un día no lograra impulsar la confianza de los inversionistas. Por su parte, los bonos argentinos cayeron, luego de que el país solicitara al Fondo Monetario Internacional acelerar los desembolsos, lo que pone de manifiesto la necesidad de asegurar a los mercados que el país tiene suficiente dinero para financiarse hasta 2019, en el marco de su segunda recesión en dos años. Por otra parte, el rand sudafricano se desplomó, debido a que los riesgos de política, que ayudaron a provocar la peor venta masiva mensual de la moneda este año, no han mostrado señales de retroceder.
Los operadores han presionado a la baja el valor de los activos de los mercados emergentes este mes, en medio de la agitación que ha incluido de todo, desde el alza en el dólar estadounidense hasta el final de una era de dinero fácil, sumado a las perspectivas de una guerra comercial global, las sanciones estadounidenses y la crisis regional.
"Los mercados emergentes son, en efecto, vulnerables. Los inversionisas están más dispuestos a recompensar a los más fuertes y castigar a los más frágiles"
Muchos analistas dicen que el mundo en desarrollo, en su mayoría, ha cumplido con sus deberes durante la última década y que los bancos centrales son más resilientes. Si bien no hay indicios de una crisis mayor que vaya a frenar drásticamente el crecimiento mundial, los inversores están adoptando un enfoque más cauteloso.
"Junto con las tensiones sostenidas del comercio mundial, este entorno magnifica los trastornos y resalta la importancia de un enfoque selectivo para la clase de activos", señaló Stephane Monier, director de inversiones de Lombard Odier. "Los mercados emergentes son, en efecto, vulnerables, dado que Estados Unidos está en una fase de restricción, pero los inversionistas ahora están más dispuestos a recompensar a los más fuertes y castigar a los más frágiles. La crisis de este verano en Turquía lo ha dejado ampliamente claro".
