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La revolución de las apps que mueven dinero

Kristen Michaud de General Electric Co. es una clienta de primer nivel en un negocio que genera US$1 billón por año para los bancos… y siente una profunda frustración.

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Kristen Michaud de General Electric Co. es una clienta de primer nivel en un negocio que genera US$1 billón por año para los bancos… y siente una profunda frustración.

Michaud colabora en la gestión del sistema de administración de efectivo de GE y utiliza 200 bancos y 8.000 cuentas para mover dinero a rincones lejanos del mundo. Al enviar dinero, no siempre sabe con cuánto se quedan los intermediarios al cobrar comisiones o cuándo aquel llegará a los proveedores. Los pagos pueden pasar de banco en banco, llegando en cantidades extrañas y con los memos borrados, dejando a los receptores confundidos.

“Puede que un proveedor llame diciendo que no recibió el pago y entonces uno pasa días trabajando con múltiples socios de la banca para dar con el estado del pago”, dijo Michaud. “Un banco puede tardar varios días en contestar”.

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Las aplicaciones de pagos –como los gigantes chinos Alipay y WeChat Pay- hacen que el movimiento de dinero parezca tan fácil que los principales clientes de los bancos están perdiendo la paciencia con el mosaico mundial que maneja sus fondos desde hace décadas. Estas aplicaciones apenas han comenzado a dar servicio a las multinacionales, pero su presencia representa una presión para que las firmas financieras mejoren su juego o corran el riesgo de perder el dominio en otro negocio.

Los funcionarios de tesorería de las empresas, como Michaud, vienen expresando su creciente descontento en las conferencias del sector, contrastando a veces el sistema lento y opaco que usan con aplicaciones y servicios chinos como Venmo de PayPal Holdings Inc., que transfieren el dinero de forma casi instantánea entre consumidores y minoristas. Si la tecnología puede ayudar a los mileniales a dividir la cuenta de un restaurante en segundos o permitir a los turistas usar el teléfono para pagar taxis en el extranjero, ¿por qué las empresas deben esperar de tres a cinco días para confirmar que su dinero llegó a destino?

“Estamos entrando a una era que es más digital”, dijo Michaud. “De forma similar al ejemplo de Amazon, uno quiere saber si su paquete fue entregado en su casa o su apartamento, y lo mismo debería valer para un pago”.

Los bancos dicen estar trabajando en mejoras, y hasta ahora las empresas siguen fieles a ellos por su probada seguridad tanto para el dinero como para los datos. Aun cuando las aplicaciones perfeccionen sus servicios para seducir a las grandes compañías, los bancos indudablemente se esforzarán por eludirlas. Lo que está en juego es importante, porque gestionar pagos transfronterizos es un negocio especialmente lucrativo.

Los US$23 billones de dinero de empresas que fluye a través de las fronteras cada año parecen escasos en comparación con los US$104 billones que se mueven entre las compañías dentro de sus propios países, pero generan aproximadamente la mitad de los ingresos que recaudan los facilitadores. Los bancos dominan los flujos internacionales de dinero, en tanto gestionan alrededor del 95 por ciento. En el proceso, los bancos y sus socios deducen aproximadamente US$1,02 billones en comisiones y costos cambiarios, según Goldman Sachs Group Inc.