La constructora brasileña Odebrecht Engenharia e Construção SA está de nuevo en una difícil situación con sus tenedores de bonos tras incumplir un pago de US$11 millones que el mercado pensaba que tenía cubierto.
Por segunda vez este año, la compañía utilizará un período de gracia de 30 días para pagar el cupón de sus bonos de US$518,6 millones con vencimiento en 2025. Odebrecht utilizará este período para "analizar soluciones para su posición financiera a corto y largo plazo en el difícil entorno de mercado para la industria de la ingeniería y la construcción", dijo en un comunicado. Los bonos se negociaban el jueves a 24 centavos por dólar a las 5:38 pm en Nueva York, el nivel más bajo desde abril.
Los bonos de Odebrecht han estado cayendo en los últimos dos meses a medida que los inversores se volvían más pesimistas sobre las perspectivas para el conglomerado de la construcción que se encuentra en el centro de un escándalo de corrupción en Brasil. Sin embargo, el incumplimiento del pago del cupón no estaba en el radar porque se esperaba que la cantidad (alrededor de US$11 millones) estuviera cubierta por una línea de crédito bancaria de 2.600 millones de reales (US$704 millones) que la compañía recibió en mayo para el pago de bonos de 500 millones de reales que había incumplido el mes anterior.
"Este último anuncio fue, en mi opinión, especialmente preocupante por el lenguaje, que fue vago en cuanto a las opciones de pago después del período de gracia", dijo Rafael Elias, jefe de análisis de crédito de América Latina en Exotix. "Creo que se están acercando mucho al final de la cuerda".
Odebrecht perdió su calificación de grado de inversión tras convertirse en el centro de un enorme escándalo de sobornos por el cual algunos de sus principales directivos fueron a la cárcel. La investigación conocida como Lava Jato comenzó hace más de cuatro años y se ha expandido por toda América Latina. La compañía perdió contratos en Perú y Colombia después de que los Gobiernos de estos países descubrieran corrupción en proyectos de infraestructura y prohibieran a la constructora participar en obras en el futuro.
El motivo de preocupación más reciente es el ascenso del candidato presidencial brasileño Jair Bolsonaro, quien parece encaminarse a ganar una segunda vuelta electoral este fin de semana después de hacer campaña contra la corrupción y la delincuencia en la mayor economía de América Latina.
Los lazos históricos de Odebrecht con el Partido de los Trabajadores de izquierda al que se enfrenta Bolsonaro hacen pensar a los analistas que una administración de Bolsonaro tendría menos posibilidades de facilitarle negocios.
BDS CP
