Arabia Saudita celebró la primera audiencia en el juicio por el asesinato del crítico del gobierno Jamal Khashoggi en el consulado del reino en Estambul, el cual afectó las relaciones con Occidente y con los inversionistas.
Once sospechosos y sus abogados estuvieron presentes en la diligencia en Riad. Los fiscales todavía están esperando la evidencia de Turquía y el interrogatorio de algunos de los sospechosos continúa, informó la agencia estatal de prensa Saudi Press, citando al fiscal general del país. El tribunal concedió a los abogados una solicitud de tiempo para responder a la acusación. No hubo una respuesta inmediata de Ankara, que ha solicitado que los sospechosos sean juzgados en Turquía.
Khashoggi fue un crítico de las políticas del príncipe heredero Mohammed bin Salman, y las filtraciones de inteligencia de Turquía han sugerido que éste estuvo involucrado en la decisión de matarlo, algo que Arabia Saudita niega.
No hubo aviso previo de la sesión en el tribunal y no se compartió de inmediato la grabación de la audiencia en la televisión o los medios de comunicación estatales. El fiscal ha solicitado la pena de muerte para cinco de los sospechosos.
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En general, los juicios saudíes están cerrados a los medios, y Cinzia Bianco, analista de Gulf State Analytics para el Medio Oriente y el Golfo, aseguró que tampoco esperaba un juicio público en este caso. El caso está altamente politizado "y es mucho más complejo de lo que parece, solo por la evidencia que se comparte con el público", afirmó Bianco.
El juicio será más para el consumo doméstico, de modo que los funcionarios puedan decir que se ha hecho algo, aseguró David Roberts, profesor asistente en King’s College de Londres especializado en el Golfo. "Hay un enorme escepticismo sobre si se hará algo y esta es la oportunidad para Arabia Saudita de probarles a todos que se equivocan", agregó. Pero "dudo que alguien vaya a quedar satisfecho al final".
Khashoggi fue asesinado por agentes saudíes en el consulado el 2 de octubre. Su muerte provocó un alboroto internacional, lo que llevó a Estados Unidos y Alemania a replantear sus ventas de armas al reino.
C. P.
