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Internacional

Un experto en criptomonedas podría explicar el accionar de rusos que investiga EE.UU.

Un experto en criptomonedas que languidece en una cárcel griega podría aportar información sobre una cuestión que concita gran interés: la forma en que los rusos que investiga el fiscal especial estadounidense Robert Mueller usaron bitcoin para que su dinero no dejara rastros.

encuentro de Trump y Putin
El encuentro de Trump y Putin | AP

Un experto en criptomonedas que languidece en una cárcel griega podría aportar información sobre una cuestión que concita gran interés: la forma en que los rusos que investiga el fiscal especial estadounidense Robert Mueller usaron bitcoin para que su dinero no dejara rastros.

El experto, el ciudadano ruso Alexander Vinnik, fue detenido el año pasado luego de que fiscales de los Estados Unidos en San Francisco lo acusaran de supervisar un cambio de moneda digital que ayudó a los delincuentes a lavar miles de millones de dólares. Ese cambio, según la firma de análisis de criptomonedas Elliptic, manejó bitcoins que se rastrearon hasta llegar a Fancy Bear, una unidad de hackeo. Fancy Bear es uno de los nombres de los miembros de la inteligencia militar rusa a quienes Mueller acusa también de robar y difundir correos electrónicos de demócratas para ejercer influencia en las elecciones de 2016.

Tres países luchan por la extradición de Vinnik: Rusia, Francia y EE.UU. El vínculo que señaló Elliptic podría explicar por qué, y también por qué Rusia ha amenazado con tomar represalias contra Grecia si lo entrega a algunos de los otros países.

El martes se decide el siguiente paso griego. La Corte Suprema del país fallará sobre los pedidos de extradición de Francia y Rusia, que sostienen que Vinnik cometió ciberdelitos contra sus ciudadanos.

Información de hackers

Vinnik es uno de los múltiples hackers rusos a los que acusó EE.UU., algunos de los cuales podrían proporcionar información sobre la ciberdelincuencia rusa más allá de sus casos individuales.

Yevgeniy Nikulin, que fue extraditado de la República Checa y al que se acusa en San Francisco de hackear LindekIn y Dropbox en 2012, puede ser útil en la investigación de EE.UU. sobre la interferencia electoral, dijo un funcionario del Departamento de Justicia la semana pasada. Peter Levashov, un programador ruso que ha declarado que trabajaba para el partido gobernante de Vladimir Putin, está acusado en Connecticut de ciberdelitos vinculados a spam.

Vinnik rechaza las acusaciones estadounidenses de lavado de dinero, según su abogado, Ilias Spyrliadis. No tenía control alguno sobre los US$9.000 millones de bitcoins que los fiscales de EE.UU. en San Francisco dicen que se canalizaron a través del cambio de criptomonedas BTC-e, dijo el abogado.

Vinnik declinó hacer declaraciones sobre las acusaciones rusas de estafa, dijo Spyrliadis, y rechaza las acusaciones francesas, que comprenden el lavado de dinero. Como alternativa a la extradición, Vinnik ha ofrecido trabajar con las autoridades griegas –y posiblemente con las de otro país- desde su actual lugar de residencia, dijo el abogado.

En el caso de San Francisco, EE.UU. dice que Vinnik y BTC-e apuntaban a ciberdelincuentes y les permitían lavar su dinero en bitcoin y otras monedas digitales y convertirlo en efectivo. La casa de cambio no investigaba a los clientes y les permitía desplazar su dinero de forma anónima. Para crear una cuenta, según la acusación, lo único que una persona necesitaba era un nombre de usuario, una contraseña y una dirección de correo electrónico, que con frecuencia no presentan relación alguna con la identidad del usuario.

Ese tipo de servicio coincide con la descripción de Mueller de la forma en que integrantes de la inteligencia militar rusa realizaban transacciones por medio de cambios de criptomonedas para mantener el anonimato cuando compraban tiempo en los servidores que usaban para lanzar los ataques.