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Tras un año muerto, empieza la batalla por los bonos venezolanos

Durante la mayor parte del año pasado, el mercado de deuda venezolano ha estado muerto. Los bonos están en incumplimiento, no hay conversaciones de reestructuración, casi ninguna negociación y poca acción de los acreedores más allá de quejarse en privado.

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Nicolas maduro | AFP

Durante la mayor parte del año pasado, el mercado de deuda venezolano ha estado muerto. Los bonos están en incumplimiento, no hay conversaciones de reestructuración, casi ninguna negociación y poca acción de los acreedores más allá de quejarse en privado.

Sin embargo, parece que eso está a punto de cambiar. En las últimas semanas, un grupo de inversionistas se unió para exigir el pago inmediato de las notas que mantienen, otra cohorte ha contratado una firma de abogados para revisar sus opciones y un acreedor aparte ha demandado en una corte federal de Estados Unidos. Su ímpetu para actuar parece provenir tanto de la paciencia que se agota como de la comprensión de que si no se mueven ahora, pueden quedarse atrás de otros acreedores en la fila para reclamar los activos venezolanos.

"Los tenedores de bonos se están preparando para una pelea", explicó Francisco Rodríguez, economista jefe de Torino Capital, en Nueva York. "Habían estado bastante callados ante la expectativa de que surgiría algún tipo de negociación de reestructuración o que se produciría un cambio de régimen político en Venezuela. Parece que ya han decidido que no tienen nada que ganar si continúan esperando”.

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La deuda venezolana ha estado rondando los 25 centavos por dólar desde que el presidente Nicolás Maduro anunció en noviembre de 2017 que suspendería los pagos y buscaría negociar con los acreedores. Las discusiones nunca tuvieron lugar debido a las sanciones de EE.UU., las cuales dificultan los negocios con el país, y, en general, no ha sucedido mucho más a medida que se acumulan los atrasos.

Ahora, la urgencia de actuar ha aumentado, luego de que ConocoPhillips, son sede en Houston, y la minera de oro canadiense Crystallex International Corp. lograran obtener pagos por un total de US$1.000 millones de Venezuela para satisfacer parcialmente las reclamaciones sobre los activos expropiados. Para los tenedores de bonos, si esas entidades pudieron recibir pagos, entonces los inversionistas de deuda deberían poder obtener una parte.

El premio en el que han puesto los ojos los acreedores es el activo más grande del país en los Estados Unidos, la refinería Citgo Holding Inc., avaluada en US$11.000 millones. No obstante, es probable que los tenedores de bonos sin garantía tengan que enfrentarse a una larga lista de reclamantes. Además de tener que competir con empresas armadas con adjudicaciones de arbitraje internacional, algunos bonos de la compañía petrolera estatal con vencimiento en 2020 están respaldados explícitamente por una participación en la refinería, lo que otorga a los tenedores una fuerte reclamación sobre ese activo.

“Ya está demostrado que hay formas de obtener activos. Esa es la motivación", aseguró Cecely Hugh, asesora de inversiones en deuda de mercados emergentes en Aberdeen Standard Investments, en Londres. “Si aceleras, vas a la corte y estás en una mejor posición que un acreedor sin una sentencia. Ahora que han comenzado, es posible que veamos más actividad el próximo año".

Ha sido un giro dramático para los inversionistas, quienes por décadas obtuvieron enormes rendimientos de la deuda venezolana, antes de que el gobierno socialista finalmente se quedara sin dinero para pagarles, en medio de un colapso económico, una escasez de dólares y el colapso de la industria petrolera. La hiperinflación se ha desatado, y según el índice de precios de Bloomberg está corriendo a un ritmo anual superior a 200.000 por ciento.

Mientras tanto, los bonos apenas se mueven. La volatilidad histórica de 90 días del bono de Petróleos de Venezuela con vencimiento en 2020 –el único que continúa pagando, en un intento por mantener a Citgo– se ha reducido a 11 por ciento, desde un máximo de 41 por ciento en noviembre pasado, según datos compilados por Bloomberg. A mediados de julio llegó a su punto más bajo.

Maduro ha dicho que está en conversaciones con los tenedores de bonos y predijo este mes que se alcanzará un acuerdo el próximo año. "Estamos en medio de un exitoso proceso de renegociación", dijo a los periodistas en Caracas. "Esto va muy bien."

En realidad, no hay señal de tales discusiones. Ningún titular de bonos contactado por Bloomberg News ha participado en ninguna reunión de ningún tipo en los últimos meses. Y los analistas dicen que es probable que haya mucho más drama antes de que se resuelva algo.