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Una breve historia de las emergencias nacionales de EE.UU.

Se trataría de una medida extraordinaria que sin dudas generaría demandas judiciales y provocaría consternación en todo el arco político.

Trump's Prime-Time Bid to End Border Wall Impasse Falls Flat
Trump's Prime-Time Bid to End Border Wall Impasse Falls Flat | Bloomberg

Si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declara una emergencia nacional para construir un muro en la frontera sur del país, se trataría de una medida extraordinaria que sin dudas generaría demandas judiciales y provocaría consternación en todo el arco político.

Pero no sería ni por asomo la primera vez que un presidente declara una emergencia nacional para apoyar objetivos locales. Una de las más famosas fue la decisión del presidente Abraham Lincoln, en 1861, de suspender el hábeas corpus, justificada por las exigencias de la Guerra Civil.

Desde entonces, se han declarado emergencias durante crisis grandes (la Gran Depresión, los atentados del 11 de septiembre) y pequeñas (¿recuerda la huelga postal de 1970?).

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Trump, ansioso por evitar a un Congreso que se ha negado a asignar fondos para un muro —lo que precipitó un cierre parcial del Gobierno que ya lleva 18 días—, estudia invocar poderes de emergencia que le permitan al Departamento de Defensa usar fondos de construcción militar durante una crisis.

La mayoría de las invocaciones del poder ejecutivo temporario se vincularon a la política exterior: librar una guerra o ejercer presión sobre adversarios restringiendo el comercio y las transacciones con EE.UU. Muchas, sorprendentemente, se diseñaron para congelar los activos de ciudadanos extranjeros de países específicos o de quienes se considere que afectan los intereses de EE.UU.

No obstante, en algunas ocasiones, los presidentes también usaron las declaraciones de emergencia para hacer avanzar sus objetivos de política interna. Estos son algunos ejemplos notables de declaraciones de emergencia nacional:

* En 1917, al entrar EE.UU. en la Primera Guerra Mundial, el presidente Woodrow Wilson declaró una emergencia relacionada con el tráfico marítimo en un intento por aumentar la capacidad del país de transportar alimentos y materias primas por esa vía.

* En 1933, poco después de asumir durante la Gran Depresión, el presidente Franklin Roosevelt usó una declaración de emergencia para cerrar los bancos, en un intento por frenar las corridas bancarias. La medida le dio tiempo al Congreso para aprobar la Ley de Emergencia Bancaria, que permitió reabrir a los bancos cuando los examinadores del Gobierno federal decidiesen que tenían suficiente dinero para operar.

* En 1970, el presidente Richard Nixon declaró una emergencia nacional para terminar con una huelga postal y usó la Guardia Nacional para entregar el correo. La huelga concluyó una semana más tarde, cuando el Gobierno federal acordó un aumento salarial retroactivo. De todos modos, la invocación de poderes de emergencia hecha por Nixon en este caso provocó una investigación del Congreso, de manera parecida a lo que prometieron hoy los demócratas.

* En 1993, el presidente Bill Clinton declaró que la proliferación de armas nucleares, biológicas y químicas constituía una emergencia nacional y ordenó a sus funcionarios que impidiesen a los estadounidenses “participar de actividades que pudiesen aportar” a esa proliferación.

* Dos semanas después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, el presidente George W. Bush declaró una emergencia nacional para “bloquear las propiedades y prohibir las transacciones con quienes cometan, amenacen con cometer o apoyen actos de terrorismo”. Aunque la medida se presentó como un corte de fondos a los patrocinadores extranjeros del terrorismo, también se aplicaba a estadounidenses.