Uno pensaría que a medida que el viernes negro gana popularidad en Brasil y que los consumidores adelantan sus grandes compras navideñas a noviembre, los modelos de pronóstico económico capturarían la nueva tendencia. Pero esto no es lo que muestran los datos.
El viernes negro llegó a Brasil a comienzos de la década a través de sitios web de descuento poco conocidos y se extendió rápidamente por todo el sector minorista, llegando a prácticamente todas las tiendas en línea y tradicionales. Sin embargo, los economistas han subestimado constantemente las ventas de noviembre y sobrestimado las de diciembre. Los datos emitidos el miércoles, que corresponden a finales de 2018, muestran que nunca han estado más desfasados.
Incluso durante este tipo de ventas, los bienes son costosos en Brasil en comparación con el resto del mundo. La broma entre los brasileños es que el viernes negro les da la oportunidad de comprar cosas a "la mitad del doble del precio". Es un día que se ha vuelto tan preciado que las últimas ramas que se han ingeniado son la semana negra y hasta el mes negro.
