CIENCIA
proyecto synlight

Científicos alemanes crean el mayor sol artificial del mundo

Está compuesto por 149 lámparas y es capaz de alcanzar los 3 mil grados centígrados. Busca ser fuente de energía solar.

20170325_1188_ciencia_Synlight_Totale
Dispositivo. Tiene tres pisos y tardaron dos años en construirlo. Costó 3,5 millones de euros. | AP
Alemania no se caracteriza por ser un país con muchos días soleados, por lo que, para investigar las energías renovables, el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) construyó el sol artificial más grande del mundo. Ayer encendieron en Jülich el dispositivo de tres pisos Synlight, que está formado por 149 lámparas de xenón que alcanzan los 3 mil grados Celsius. Se utilizará para diversos proyectos de investigación, incluyendo el desarrollo de procesos para producir combustibles menos contaminantes.
El sol es una de las mayores fuentes de energía potencial disponibles, pero el desarrollo de nuevas tecnologías para explotar su capacidad puede ser obstaculizado porque la estrella madre no trabaja de noche, desaparece en días nublados y no funciona tan bien en las latitudes más altas, y en algunas partes del mundo, incluso, desaparece por completo durante meses.

Para proporcionar un sustituto más controlable y confiable, los científicos alemanes del DLR  construyeron su propio sol artificial para el trabajo de laboratorio que funciona como un reflector parabólico (una superficie que refleja la luz). Para comprender la potencia de esta innovación se la puede comparar con una pantalla de cine, que se ilumina con una sola lámpara del arco corto del xenón para simular la luz natural. Synlight está compuesta por 149 lámparas de xenón.
Los científicos pueden ajustar las lámparas en un área de 20 x 20 centímetros para producir el equivalente a diez mil veces la intensidad de la radiación solar a la que se acostumbra en la superficie de la Tierra. Las temperaturas en el punto objetivo de las lámparas pueden alcanzar hasta 3 mil grados Celsius. DLR espera que el Synlight ayude a los investigadores a encontrar una manera más eficiente para fabricar combustibles, incluyendo hidrógeno.

“Las energías renovables serán la base del suministro de energía global en el futuro”, sostuvo Karsten Lemmer, ejecutivo de DLR, en la web del organismo. “Los combustibles producidos utilizando energía solar ofrecen un inmenso potencial para almacenarlos a largo plazo y producir materiales químicos, reduciendo las emisiones de dióxido de carbono y mejorando la investigación en este campo”, afirmó Lemmer.

El lugar elegido para construir el sol artificial, que ha tardado dos años en terminarse, fue la ciudad de Jülich, situada en la región de Renania, a pocos kilómetros de la frontera con Francia. La financiación del proyecto, cuyo costo ascendió a 3,5 millones de euros, fue asumida por el estado de Renania del Norte y el Ministerio de Energía alemán.
Esta no es la primera vez que se fabrica un sol artificial. En enero del año pasado, el experimento fue realizado por científicos del Instituto de Ciencia Física de Hafei, en China. Se utilizó un reactor de fusión termonuclear EAST, que elevó la temperatura del hidrógeno hasta los 50 millones de grados Celsius, triplicando la del núcleo solar.