CIENCIA
Rafael Yuste, neurobiologo

“El cerebro es el único órgano que seguimos sin saber cómo funciona”

Es científico español es el ideólogo del proyecto Brain que esta semana presentó Obama y que busca hallar una cura a males como el Alzheimer.

Experto. Yuste estudió en la Universidad Autónoma de Madrid y hace 26 años que trabaja en EE.UU. Quiere desarrollar herramientas para realizar un mapa completo de la actividad de los circuitos neurona
|

Cuando en septiembre de 2011 el científico español Rafael Yuste propuso ante sus colegas reunidos en la ciudad inglesa de Buckinghamshire crear un mapa de toda la actividad cerebral, nunca imaginó que su idea podía convertirse en una realidad, ni que el ambicioso proyecto sería respaldado nada más y nada menos que por el presidente de los Estados Unidos. Fue el propio Barack Obama quien presentó esta semana en la Casa Blanca la iniciativa que invertirá US$ 100 millones para investigar las causas de enfermedades como el Alzheimer, la epilepsia y el Parkinson.

“Hoy podemos identificar galaxias a años luz, o estudiar partículas más pequeñas que el átomo, pero todavía no hemos develado el misterio de las tres libras (1.360 gramos) de materia que tenemos entre las orejas”, declaró Obama durante el anuncio. El plan, conocido como Brain (sigla en inglés de Investigación Cerebral a través del Fomento de Neurotecnologías Innovadoras), aspira a terminar con el enigma que hoy representa el cerebro y ya se compara su impacto con el Proyecto Genoma Humano, que cambió la historia de la ciencia al decodificar la genética.

“La idea que sugerí a mis colegas y a la administración fue desarrollar técnicas para mapear la actividad completa de los circuitos neuronales tanto en el cerebro de animales de investigación como eventualmente en el cerebro humano”, explicó Yuste, quien estudió medicina en la Universidad Autónoma de Madrid y hace 26 años trabaja en los Estados Unidos. “Si nos ponemos a trabajar, llegaremos antes a la curación de enfermedades mentales y neurológicas”, apuntó el científico, que hoy se desempeña como profesor del departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Columbia, en Nueva York, y es codirector del Instituto Kavli para Ciencias del Cerebro.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Misterio. “El cerebro es la única parte del cuerpo humano que no conocemos cómo funciona, a pesar de que llevamos trabajando en ello un siglo. La razón por la cual es tan desconocido es porque se trata de un sistema muy complejo. Es, quizás, el trozo de materia más complejo del Universo. Tiene 100 mil millones de neuronas con diez mil conexiones cada una”, sostuvo Yuste, quien calificó la nueva investigación como “un momento histórico” para la ciencia.
En realidad, el proyecto Brain no pretende crear un único mapa de actividad del cerebro humano. El objetivo es desarrollar nuevas técnicas para que, de la misma manera que ahora se puede secuenciar un genoma humano completo por mil dólares, dentro de 15, 20 o 30 años sea factible mapear la actividad de circuitos neuronales a un costo accesible. A diferencia de otras iniciativas que ya están en marcha, como Connectome o el Brainbow Project, Brain no pretende mapear el cerebro desde una perspectiva estructural sino dinámica. “Con los mapas estructurales vemos las fotografías estáticas de las conexiones de circuitos neuronales, pero lo que realmente queremos ver es la película. Y para eso necesitamos nuevas herramientas”, explicó Yuste. El proyecto comenzará en 2014 y contará con la colaboración del Instituto Nacional de Salud, la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa y la National Science Foundation. Yuste destacó que no hubo apropiaciones ni desvíos desde que propuso la idea hasta que se materializó en Washington, sólo arduas jornadas de debate con colegas. “Toda esta experiencia demuestra cómo funcionan las cosas en EE.UU.: una persona puede sugerir una idea y un año más tarde esa idea llega a la Casa Blanca y tiene el apoyo del presidente. La verdad estoy muy feliz y sólo quiero ponerme a trabajar”, concluyó el científico.