CIENCIA
tras el rechazo al aborto

El Gobierno apuesta a ‘chips’ anticonceptivos para prevenir los embarazos adolescentes

Crece la entrega gratuita de implantes subdérmicos a chicas de entre 15 y 24 años. El método protege por tres años y es altamente efectivo. El Estado pasó de distribuir 37.446 en 2016 a 142 mil este año, y reforzará la compra.

implante subdermico
Del tamaño de un fósforo, el implante es una varilla plástica, blanda y flexible. Se coloca en la cara interna del brazo. | Cedoc Perfil

El debate por el aborto en el Congreso dejó al desnudo una problemática crítica: el embarazo adolescente no intencional en la Argentina. Más de cien mil chicas menores de 19 años tienen un hijo o una hija cada año, y siete de cada diez de esos embarazos no son intencionales. “El 15% de los partos anuales es de una madre adolescente, esa cifra se mantiene estable desde hace más de una década”, le dijo a PERFIL el ministro de Salud, Adolfo Rubinstein. “Esto significa en muchos casos pérdida de escolaridad y de oportunidades laborales, sin contar que el embarazo adolescente tiene mayor tasa de complicaciones”, agregó.

Para abordar esta poblemática, el Gobierno puso en marcha en febrero de este año el Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia (ENIA), que comprende el trabajo coordinado de tres ministerios: Salud, Desarrollo Social y Educación. Con un presupuesto de $ 300 millones, el plan prioriza trabajar en las doce provincias donde la situación es crítica: Jujuy, Salta, Tucumán, Formosa, Chaco, Catamarca, La Rioja, Santiago de Estero, Misiones, Corrientes, Entre Ríos y Buenos Aires.

El objetivo es reducir el riesgo de embarazo no intencional en adolescentes promoviendo: la educación sexual integral, la consejería en salud sexual y reproductiva y el acceso efectivo a métodos anticonceptivos, con énfasis en los de larga duración. Esto son: métodos reversibles, altamente efectivos, que actúan durante un período de tiempo prolongado (de tres a diez años) y que no dependen de que la mujer se acuerde de tomarlos o usarlos para que sean efectivos. Entre estos, la “vedette” es el implante subdérmico, cada vez más popular entre las adolescentes, que lo denominan el “chip” anticonceptivo.

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Más de 100 mil chicas menores de 19 años tienen un hijo o una hija cada año, y siete de cada diez de esos embarazos no son intencionales

“El implante subdérmico, ampliamente utilizado, tiene el tamaño de un fósforo y es una varilla plástica, blanda y flexible. Se coloca en la cara interna del brazo. Tiene una duración de tres años y libera una hormona que se llama etonogestrel, que inhibe la ovulación. Tiene una eficacia similar a la ligadura tubaria”, le explicó a PERFIL Gabriela Kosoy, presidenta de la Asociación Médica Argentina de Anticoncepción (Amada).

El implante anticonceptivo subdérmico se ofrece en forma gratuita en hospitales y centros de salud públicos desde la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud de la Nación a las mujeres de entre 15 y 24 años y/o situaciones especiales de salud que el equipo médico considere ameriten su uso.

El Estado nacional pasó de distribuir 37.446 en 2016 a 101.385 en 2017, previendo finalizar 2018 con 142 mil implantes distribuidos y reforzar la compra en 2019.

Además, se ofrecen otros dos anticonceptivos de larga duración (Larcs): los dispositivos intrauterinos (DIU) para todas las mujeres que lo soliciten y el DIU-LNG (DIU con hormonas) para las mujeres que tienen menstruaciones muy abundantes.

“Tanto el DIU, el DIU LNG como el implante son todos métodos seguros y eficaces. Todas las sociedades científicas avalan el uso de estos métodos de larga duración en adolescentes y mujeres que no han tenido hijos”, sostuvo Kosoy. “Siempre se debe educar en doble protección: el uso de Larcs por parte de la mujer y el preservativo por parte del varón, como único método para evitar las infecciones de transmisión sexual”, agregó.

¿Cuáles son las ventajas del implante anticonceptivo subdérmico?.

Mientras que los métodos de corta duración –como los anticonceptivos orales, el inyectable mensual,  el parche o el anillo vaginal– tienen un cumplimiento del 60%, ya que dependen del compromiso de uso por parte de la usuaria; los métodos de larga duración tienen más del 80% de cumplimiento al año de uso. Una de las desventajas de los Larcs es que puede haber alteraciones en el sangrado menstrual, algo que es conveniente aclarar en la consejería médica.

“Con el implante, uno de los efectos adversos es que el sangrado puede ser impredecible. Muchas mujeres entran en amenorrea, y esto es considerado normal, es un efecto propio de la hormona que libera que en algunas mujeres puede producir ausencia del sangrado. Esto no debe ser motivo de preocupación. En otras mujeres puede dar sangrados irregulares, spotting (goteo), puede haber tensión mamaria, cefalea, ligero aumento de peso, etc. Todos estos efectos deben ser explicados previamente en la consejería y tienen muy buena tolerancia y tasa de continuidad”, concluyó Kosoy, médica de planta de la sección Adolescencia del Hospital Rivadavia.

Después del parto
Otro punto clave del Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia es lo que se denomina “anticoncepción inmediata posevento obstétrico”. “Es el acceso de la mujer a un método anticonceptivo elegido durante los controles prenatales o en el posevento obstétrico inmediato”, explicó Kosoy. “Se puede colocar un DIU dentro de los diez primeros minutos y hasta las 48 horas posteriores a un parto o cesárea, mientras la paciente está internada para que se vaya del hospital con el DIU colocado”, explicó. “También se puede colocar el implante subdérmico  durante la internación, ya que no altera la lactancia materna”, agregó.

El Estado nacional entregó en 2017 casi 8 millones de anticonceptivos orales e inyectables, 101.385 implantes, 68.044 DIU, casi 22 millones de preservativos y 550.696 test de embarazo. Estos insumos se distribuyen en hospitales y centros de salud públicos de todo el país. A su vez, cada provincia puede hacer compras adicionales, como sucede en CABA.