CIENCIA
juan carlos villalonga, enviado de macri a la cop21

“El objetivo es que el país colabore para llegar a un acuerdo”

El ex directivo de Greenpeace asumió al frente de la delegación argentina para intentar remontar el pobre papel desempeñado en la cumbre del clima. Busca abrir el diálogo y apoya el objetivo de limitar a 1,5º el aumento de la temperatura.

Nuevo liderazgo. El actual diputado asumió las negociaciones por el clima en la recta final. Miles de manifestantes se movilizaron para reclamar un acuerdo ambicioso que haga frente al cambio climátic
| AFP
La asunción de Mauricio Macri repercutió en el último tramo de las negociaciones de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático  (COP21) que tienen lugar en París, Francia. El nuevo gobierno envió el miércoles pasado a Juan Carlos Villalonga, actual diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires y ex titular de la Agencia de Protección Ambiental porteña, para facilitar el proceso de transición en materia de política ambiental.
Tras la jura de Macri como presidente y faltando sólo 24 horas para que finalice la cumbre, Villalonga asumió al frente de la delegación argentina con el desafío de darle un giro al pobre desempeño que viene desarrollando el país en la COP21. Es que Argentina fue fuertemente criticada por su posición poco conciliadora durante el proceso de negociación, y muy cercana a países petroleros como Venezuela y Arabia Saudita. Además, el jueves pasado recibió el premio “Fósil del día”, un galardón irónico que entrega la ONG Climate Action Network al país con el peor comportamiento climático.
En diálogo con PERFIL desde París, Villalonga destacó la buena predisposición de la delegación y de los equipos técnicos salientes para que la transición sea lo más productiva posible.  “Seguramente hoy con un rol más activo dentro de la delegación vamos a marcar algunos puntos que nos parecen importantes para poder destrabar la negociación. En un período breve no se puede pretender cambios profundos o volantazos en una política en cuanto a negociaciones climáticas, pero sí estamos introduciendo algunos matices”, aseguró el ex directivo de Greenpeace.
—¿Cuáles son estos matices?
—Estamos dialogando con otros bloques de negociación que son particularmente interesantes. Hoy Argentina está interactuando con los países del ALBA: Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Bolivia. Lo que estamos haciendo es abrir el espacio de diálogo. El jueves tuve una reunión con todos los miembros de la Asociación Independiente de América Latina y el Caribe (Ailac), que está formada por Colombia, Chile, Perú y Guatemala. Además, tuve una reunión con la delegación de EE.UU. y otra con el equipo técnico de la presidencia de la COP21. La idea es colocar a la Argentina en una dinámica muy colaborativa para que podamos llegar a un acuerdo.
—¿Argentina va a apoyar el objetivo de contener el aumento de las temperaturas globales en 1,5º ?
 —Sí, vamos a apoyar fijar el límite máximo de aumento de la temperatura global en 1,5º. Hasta ayer se suponía que los 2º era algo ‘tolerable’, pero la evidencia científica nos indica que no, porque el impacto es muy grande. Pero si uno habla de 1,5º debe señalar algún tipo de ambición a largo plazo. Acá se está negociando un acuerdo que emerge de la ceniza de un gran fracaso que ha sido Copenhague en 2009. Un acuerdo que tiene muchos defectos, pero que es posible. No se puede estar exigiendo lo óptimo porque estamos en una negociación muy frágil.
—¿Se va a revisar el compromiso de reducción de emisiones que presentó el gobierno de Cristina Kirchner?  
—Nosotros hemos criticado durante la campaña la propuesta argentina. Desde el primer día esto se va a revisar. Tenemos que ver cuál es el formato que toma este acuerdo. Quizás en 2018 haya que presentar nuevas metas. Pero independientemente del formato oficial, Argentina tiene que comenzar a trabajar con un objetivo mayor. En ese sentido, tuvimos una reunión muy importante con la Global Wind Energy Council  para que sea realidad el desarrollo de la energía eólica en Argentina. Esto es muy importante si no, uno habla de negociaciones y eso queda en el papel. El papel hay que llevarlo a políticas concretas.
—¿Cree que se llegará a un acuerdo en París?
 —Sí, hay un gran compromiso. Existe un consenso de que todos van a tener que moderar sus pretenciones. Hay un gran esfuerzo de Francia, aún en el contexto político que atraviesa. Aunque queden algunas cuestiones importantes sin resolver, tiene que haber un acuerdo porque no hay más tiempo para demorar las acciones.