CIENCIA
consecuencias de los excesos

En las fiestas se suben 3 kilos y se tarda 5 meses en bajarlos

Una cena típica de Nochebuena puede aportar hasta 4 mil calorías. Por el calor, se toman más bebidas alcohólicas. Por qué es un error ayunar.

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Preocupacion. Tras las fiestas, la balanza acusa kilos de más. | Shutterstock

Navidad, fin de año y otras celebraciones son en todo el mundo sinónimo de muchas reuniones con familia y amigos, siempre alrededor de una mesa repleta de comida y bebida. El resultado es predecible: al final de las fiestas, la balanza acusa varios kilos de más. Ahora un estudio médico puso números detallados de cuánto engordamos tras las comilonas.

El trabajo, publicado este mes en la revista médica New England Journal of Medicine (NEJM), analizó en detalle los cambios de peso sufridos por tres mil personas antes y después de varias fiestas tradicionales de Alemania, Estados Unidos y Japón, como la Navidad y el Día de Acción de Gracias. Los investigadores comprobaron que tras cada comida, en promedio las personas aumentaban casi un kilo y que tardaban cinco meses en poder bajarlo.

Aunque en Argentina no hay estadísticas sobre el tema, todos los especialistas consultados por PERFIL aseguraron que no es inusual recibir pacientes que, tras las fiestas de fin de año, lleguen al consultorio sumando tres kilos “extras”.

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“Sabemos que comiendo y tomando unas 5.500 calorías por encima de los requerimientos vitales, el peso de una persona promedio se incrementa un kilo. Y los cálculos indican que una típica cena argentina de las fiestas puede aportar casi 4 mil calorías”, detalló la doctora Mónica Katz, directora de Posgrados en Nutrición en la Universidad Favaloro. “Si sumamos las 1.200 calorías de tomar un aperitivo, abundante cerveza y brindar con dos copas de sidra o champagne, se explica ese fenómeno global y su reflejo local”, agregó.

Por su parte, la nutricionista Silvina Tasat, del equipo directivo de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), destacó el elemento cultural que potencia lo que ocurre en Argentina: “En nuestras fiestas acostumbramos consumir un menú compuesto de varios platos de alta densidad calórica, en pleno verano”. El hecho de las altas temperaturas suma una necesidad de mayor hidratación. “Y si se hace a base de bebidas alcohólicas, se suman calorías. No sólo por las propias del alcohol, sino que bebidas como la cerveza incorporan hidratos de carbono, y la sidra y el champagne tienen azúcares: una copa de extra brut puede aportar cien calorías”.

Distractores. A la tradición cultural que importó platos calóricos típicos del frío hemisferio norte a la cálida América Latina se suma otro cambio social. “A muchos pacientes, el espíritu de las fiestas empieza a impactarles desde noviembre”, reflexionó el doctor Sandro Murray, coordinador del Grupo de Trabajo Fármacos y Nutrición en la SAN. “Es común ver pacientes que asisten a múltiples despedidas y festejos durante las últimas semanas del año. Se suele calcular en exceso la cantidad de comida, pero también de bebida”.

Otros elementos que facilitan comer de más durante las fiestas son los distractores, que hacen que uno permanezca más tiempo sentado junto a la comida “picoteando”. “Sabemos que cuanto mayor es la cantidad de comensales juntos, más elementos distractores nuevos aparecen, y al estar distraídos tendemos a comer más”, aseguró Katz.


Los datos de investigación de la NEJM mostraron que los comensales pueden tardar hasta cinco meses en regresar a su peso promedio “prefiestas”. Pero volver a la normalidad no es fácil. “Con el sobrepeso, sabemos que la tendencia es mantenerlo a perpetuidad. Es mucho más sencillo bajar si no tenemos memoria corporal de haber estado con un peso alto por tiempo prolongado”.


Los especialistas remarcaron otro error usual que relatan muchos pacientes: tratar de reparar la comilona con ayuno. “Eso simplemente no funciona, porque nuestro metabolismo hace que todas las ‘deudas’ de hambre se paguen en comida”, aseguró Katz. Y recomendó: “Para volver al peso normal no hay que dejar de alimentarse, sino recurrir a una dieta lógica y saludable, compuesta por carnes magras y, sobre todo, muchas frutas y verduras”.