CIENCIA
el impacto en la salud

La actual crisis económica se metió en el consultorio médico

Más pacientes manifiestan síntomas de ansiedad y estrés. Preocupa el abandono de tratamientos por el alza de precios de los medicamentos.

El estrés, una pesadilla actual agravada por la crisis.
El estrés, una pesadilla actual agravada por la crisis. | Cedoc Perfil

“Tres semanas atrás atendí a una paciente cardíaca que debe tomar muchos medicamentos: para la presión, para el colesterol, para que no se le coagule la sangre... En el momento en que le voy hacer las recetas, me dice: ‘Doctor, si me receta todo eso y además tengo que comer sano, no puedo pagar el alquiler ni el ABL, así que tengo que optar’.” La anécdota del médico cardiólogo Jorge Tartaglione, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina, grafica la situación dramática que viven muchos argentinos que se ven forzados a interrumpir sus tratamientos –con el riesgo que esto acarrea para sus vidas– debido a la alza de precios de los medicamentos. En el último año, el costo promedio de los 50 fármacos principales para adultos mayores se incrementó un 53,24%, según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Desde la Confederación Farmacéutica Argentina advirtieron que a lo largo de 2018 se vendieron 100 mil unidades menos de medicamentos por día en relación con 2017.

Desde restricción de gastos destinados a salud hasta pacientes que refieren síntomas como ansiedad, estrés y angustia; médicos y psicólogos afirman que la actual crisis económico-financiera se coló en la consulta. “Uno como terapeuta observa que la gente habla mucho más de esto. La crisis entra al consultorio, la mayoría de los pacientes lo expresan como parte del motivo de consulta o se habla al inicio de las sesiones, lo que llamamos la parte social, la primera parte de la entrevista. Obviamente la crisis está en la cabeza de las personas y muchas veces afecta lo que les está pasando”, explicó Fernando Torrente, director del Departamento de Psicoterapia Cognitiva de Ineco.

El precio del estrés.

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Existen muchos estudios que muestran que las situaciones de crisis económicas, como la de 2001 en Argentina o 2008 a nivel mundial, tienen efectos en la salud física y mental de las personas. “Los escenarios de alta incertidumbre a todas las personas nos afecta provocando ansiedad. Es un fenómeno normal, una emoción que está ligada básicamente a los procesos evaluativos y de anticipación. La ansiedad tiene un correlato físico, que tiene que ver con la tensión y un correlato mental que es la preocupación. En algunas personas la preocupación es tan persistente que no pueden ‘apagar la cabeza’”, sostuvo Daniel Bogiaizian, director del Area Psicoterapéutica de la Asociación Ayuda. Vivir en una situación de constante crisis económica desencadena el estrés, una respuesta adaptativa del organismo frente a circunstancias de amenaza generales. Pero cuando se vuelve crónico va teniendo con el tiempo efectos psicológicos y fisiológicos.

Amenaza: dentro de los efectos psicológicos, la mente empieza a estar más favorecida a funcionar en ciertos estados de alarma y preocupación constante.

“En algunos casos esto puede derivar, cuando existe una vulnerabilidad previa, en un trastorno de ansiedad generalizada; que esta cuestión de estar preocupado permanentemente, con dolores físicos, no poder concentrarse suficientemente en el trabajo y vivir con angustia permanente”, sostuvo Torrente. Otro efecto en la salud mental es la depresión. “Cuando la situación económica se asocia al desempleo o la imposibilidad de cubrir necesidades básicas, esto lleva a situaciones más graves, donde aparece otra de las continuaciones del estrés crónico que es la depresión”.

Entre los efectos físicos, el principal es el riesgo de infarto y accidente cerebrovascular. Para Tartaglione, “en cada crisis económica se incrementa la probabilidad de que las personas sufran eventos cardíacos. Entre 2001 y 2002 vimos que aumentaron un 30% las tasas de infarto en los hospitales argentinos”.

Estudios científicos realizados en Argentina, Grecia e Irlanda del Norte comprobaron el impacto que tienen las crisis económicas sobre la salud.

“Estos trabajos han permitido establecer un vínculo entre el estrés psicosocial –es decir, el que se genera a partir de la interacción social de las personas– y un mayor riesgo de enfermar. En particular, las investigaciones constataron un aumento de la morbimortalidad por causas cardiovasculares en períodos de incertidumbre financiera", agregó Tartaglione.

Un contexto marcado por inflación, suba del dólar, incertidumbre electoral y disminución de los niveles de satisfacción de vida, sumados a menores presupuestos en áreas de atención sanitaria y bienestar social, puede causar serias consecuencias en términos de salud de una población. Por eso especialistas afirman que es necesario reforzar los servicios de atención sanitaria destinados a paliar el estrés psicosocial.

¿Cómo mitigar el impacto de la crisis económica en la salud mental y física? “Un consejo es entender que estas emociones de ansiedad y preocupación son normales y necesarias cuando el contexto lo amerita. Hay que diferenciar cuando nuestra ansiedad es lógica en el contexto y cuando se excede y empieza a afectarnos de una manera que no deja que nuestra vida continúe de la misma manera”, sostuvo Torrente. “Si la persona empieza a experimentar síntomas más importantes: no puede dormir por las preocupaciones, no se puede concentrar en su trabajo, empieza una dolencia física sostenida que no cede por si sola, los síntomas de angustia lo llevan a aislarse; estos serían signos de alerta para realizar una consulta”, añadió.

Por la crisis, hay cada vez más consultas a psicólogos por ‘estrés económico’

Para Bogiaizian, no hay que exponerse todo el tiempo a información negativa. “Para protegernos hay cosas que podemos hacer como focalizar la atención en otros temas, diversificar actividades, realizar deporte, porque eso colabora para bajar los niveles de tensión, y revincularse con seres queridos”.

De la misma forma opina Tartaglione: “No estar todo el tiempo viendo noticieros o exponiéndose a información negativa. Tratar de distraerse, de hacer alguna actividad que nos guste”. En el caso de las personas que tienen colesterol alto, presión alta o dibetes deben consultar al médico ante cualquier síntoma. “El consejo es que más que nunca no se abandonen, que consulten al médico ante cualquier síntoma y que no dejen la medicación que están tomando. El gran problema son los que dejan la medicación porque no la pueden comprar. Tenemos que tener mucho cuidado.”