CIENCIA
conmocion colectiva

La muerte de Nisman generó consultas por ansiedad y angustia

Especialistas aseguran que el fallecimiento del fiscal provocó estrés social y advierten un aumento del ‘malestar psicológico’. Aconsejan acudir al diálogo para superar los sentimientos negativos.

Tristeza. A la salida del velatorio del fiscal Nisman hubo muestras de pesar. El caso impactó en la sociedad.
| Marcelo Silvestro

“Cuando me enteré de la muerte de Nisman sentí como un puñal en la boca del estómago, tuve mucho miedo, sentí mucho dolor y tristeza”. “Me pasó lo mismo que con las Torres Gemelas, la AMIA o el atentado a la Embajada de Israel, me sentí desprotegido”. “Miedo e impunidad es lo que siento con esta muerte. Parece que cualquier cosa puede pasar en Argentina”.
Las frases de algunos famosos como Viviana Canosa, Pepe Cibrián yMario Pergolini reflejan un sentir colectivo, mezcla de temor e incertidumbre, que invade por estos días a la sociedad tras la muerte del fiscal Alberto Nisman. Es que la noticia generó un fuerte impacto emocional. Los expertos en salud mental lo definen como estrés psicosocial y advierten un aumento del malestar psicológico; esto es, síntomas como ansiedad, miedo, angustia y desasosiego que afectan sobre todo a las personas más susceptibles: los pacientes que ya tienen una patología previa y los niños (ver recuadro).  
“La sociedad está en un estado de alerta generalizada a raíz de esta situación disruptiva. Hay un trauma colectivo por la sensación de permanente amenaza. Se nota un clima de incertidumbre, de desconcierto. Hay poca información certera, lo que genera una vivencia de angustia”, opinó Andrés Rascovsky, ex presidente de la Asociación Psicoanalítica Argentina.

“El estrés es un fenómeno de orden psicosocial. En términos generales podríamos decir, haciendo una homología con la infectología, que el estrés es contagioso. Esto significa que una persona o un grupo de personas con estrés condicionan al resto. El estrés es la reacción natural del organismo frente a una amenaza. Se activa el centro de alarma del cerebro, lo que provoca miedo y/o ansiedad. Es natural que una conmoción social se contagie al conjunto de la sociedad”, explicó por su parte Daniel López Rosetti, jefe del Servicio de Medicina del Estrés del Hospital de San Isidro.
Para Jorge Garramuño, médico psiquiatra del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (Ineba), la muerte del fiscal es una situación que genera un impacto del que es imposible evadirse. “No se puede ser indiferente a lo que sucedió. Más en el caso de la muerte de una figura pública. También influye el contexto a nivel país. En un entorno donde se está de un lado o del otro, y donde estar de un lado implica ser enemigo del que está del otro, se hace mucho más dificultoso transitar esta situación traumática”.

Verano atípico. Tradicionalmente en vacaciones psicológos y psiquiatras ven mermada su demanda. Pero los expertos hablan de un verano atípico, con más consultas de lo habitual. Una tendencia que se vio primero tímidamente tras el atentado a la revista Charlie Hebdo en París y que se consolidó tras la muerte del fiscal. “Desde que pasó lo de Nisman la gente habla de inseguridad, dicen que se sienten desnudos y desprotegidos. En personas que tienen cierta predisposición a sufrir ansiedad, se están produciendo más casos de ataques de pánico”, sostuvo Gabriela Martínez Castro, directora del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad. “En nuestras sedes, aumentaron las consultas 15% con respecto a enero del año pasado. Incluso, hubo pacientes que volvieron de sus vacaciones para atenderse”.
El psiquiatra Roberto Ré, director de la Red Sanar, también observa un aumento de las consultas: “Recibimos permanentemente casos de pacientes con angustia. Aparece como ansiedad, trastornos de pánico e insomnio. En el fondo, cuando uno los interroga, surge que están disconformes con la situación social, con la seguridad pública y con el manejo de la Justicia”.

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Los expertos recomiendan acudir al diálogo para paliar los sentimientos negativos. “Hay que compartir la ansiedad, el miedo y/o el estrés. El procesar la emoción implica tener círculos de afinidad, hablar con amigos y familiares”, aconsejó López Rosetti. “Compartir, discutir, intercambir con otros, sean amigos, familiares o un terapeuta, ayuda. También el poder encontrar respuestas. Lo que permanece inexplicable es lo que va a seguir generando ansiedad, temor o angustia”, concluyó Garramuño.

 

Cómo hablar con los chicos del tema

La preocupación y la ansiedad de los padres también afecta la conducta de los hijos, por lo que los especialistas aconsejan tener un dialogo abierto con ellos. Las noticias de alto impacto potencian su curiosidad y es usual que surjan distintos tipos de preguntas o que se mimeticen con la conducta de sus padres. “Ellos recogen información de los distintos medios, de lo que escuchan en la calle o de sus pares, y desde allí elaboran sus propios puntos de vista”, explicó Roberto Ré, de la Red Sanar. “Es por ello que los adultos deben fomenten el diálogo con los chicos para que se sientan protegidos, ya que en la mayoría de los casos también sienten inseguridad y se alarman”, agregó. Aunque en los chicos se manifieste de otra manera, también sufren estrés ante este tipo de situaciones. “A diferencia de los adultos, en los niños por lo general el estrés suele manifestarse como una alteración en el juego o trastornos de conducta. Es común que se vea afectado su sistema digestivo”, describió el cardiólogo Daniel López Rosetti. “Hay que hablar con los chicos. Ellos entienden más de lo que los padres creen”, aconsejó.