CIENCIA

Mi discípula, mi amiga

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La elección de Virginia Ungar como presidenta de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA por sus siglás en ingles) me pone muy orgulloso y contento. Por ella y también por la institución. Es que Virginia no sólo es una excelente persona, sino que también es una gran profesional.
Fue primero mi discípula y luego mi amiga personal. Y creo que su elección es un dato relevante, ya que nunca hubo una mujer en ese cargo, pese a que actualmente hay más psicoanalistas mujeres que varones.
Yo la voté, entre otras razones, porque ella conoce muy bien el manejo de la organización y sin duda creo que su conducción le hará muy bien a la profesión y a la IPA para hacerle sortear los numerosos desafíos que tiene por delante. Especialmente hoy que el psicoanálisis no está pasando por un buen momento.

*Psicoanalista. Primer presidente latinoamericano de la IPA.