CIENCIA
estudio publicado en ‘nature’

Prevén que los próximos cuatro años serán aún más calurosos

Expertos británicos alertan que el período 2018-22 será más cálido que lo esperable por el calentamiento global, ratificando la variabilidad del clima.

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Impacto. Europa vive el verano más caliente en 260 años. En Alemania, la sequía arruinó las cosechas. En Francia, turistas se refrescan en la Fuente de Trocadero frente a la torre Eiffel. En Grecia hubo grandes incendios. | AFP

El clima actual tiene una gran probabilidad de alcanzar un período más cálido de lo normal durante los próximos cuatro años, además de la tendencia forzada del calentamiento global. Esta es la conclusión a la que llegó un estudio liderado por Florian Sévellec y Sybren Drijfhout, ambos del Centro Nacional de Oceanografía de la Universidad de Southampton del Reino Unido.

Lo que predecimos es una probabilidad de años anómalamente cálidos entre 2018-2022, de más de 0,01 °C, que, para tener una idea, es el aumento típico que recibimos cada año debido al calentamiento global, es decir, 1 °C en un siglo”, explicó a PERFIL Sévellec, uno de los autores del trabajo publicado esta semana en la revista Nature. Según sus cálculos, este aumento estaría dado por la variabilidad climática natural más allá de los llamados forzantes externos, como los gases del efecto invernadero.

Para llegar a esta conclusión, los autores recurrieron a una metodología de análisis matemático y estadístico que les permite aislar la variabilidad climática natural con otros factores externos capaces de influir, como los que generan el calentamiento global. Además, a través de una técnica de análogos, es posible buscar en el pasado situaciones con factores semejantes a los actuales, ver cómo evolucionaron e intentar replicarlos para dar una probabilidad de lo que puede ocurrir en unos años.

Con el fin de separar los factores naturales, en las observaciones “utilizamos un método de atribución que nos permite vincular la variabilidad de la temperatura con diferentes componentes forzados como la concentración del dióxido de carbono y las erupciones volcánicas. Luego, restamos este término a la variabilidad total y obtuvimos un residuo que asumimos es la variabilidad natural”, detalló Sévellec. Para hacer simulaciones en los modelos climáticos la técnica fue similar.

“La forma en que el clima está variando es una combinación del efecto del aumento de los gases de efecto invernadero por actividades humanas y otros forzantes externos, como la radiación solar entrante y las erupciones volcánicas que van modulando, por ejemplo, la temperatura media global”, afirmó la doctora en Ciencias de la Atmósfera, Carolina Vera, del  Centro de Investigaciones del  Mar y la Atmósfera (CIMA) de la UBA. Además, “el clima es capaz de generar variabilidad y entonces modula la evolución gradual a la que el calentamiento global tendería”, agregó.

Así, entre 1998 y 2010 se dio un período en que el ascenso de la temperatura media global fue más lento en comparación con los años anteriores. “La variabilidad interna del clima, asociada principalmente con lo que les pasa a los océanos, había generado un período de enfriamiento en el Pacífico que fue de tal magnitud que llegó a moderar el calentamiento global”, describió Vera.

Si los cálculos de los autores del estudio no fallan, “la variabilidad interna de los próximos cuatro años sería sinérgica, iría en el sentido de aumentar más la temperatura”, indicó la investigadora del CIMA. A esto se le suma que, a excepción de 1998, los años más cálidos se dieron en este siglo, lo que da cuenta de la tendencia del calentamiento por el cambio climático y el aumento de eventos extremos, como la ola de calor que atraviesa el verano europeo con temperaturas récord que no se registraban desde hace 260 años.

Para la directora del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Celeste Saulo, el estudio plantea “una metodología alternativa que empieza por tratar de describir un parámetro muy global y promedio aunque no por eso menos importante”. Sin embargo, advirtió que “por ahora no podemos utilizar este resultado para extrapolar en lo que va a pasar en Argentina dentro de cuatro años porque la temperatura media global es el resultado de lo que pase en todo el planeta”.

En el CIMA están desarrollando un método similar para tener una perspectiva de la evolución de las lluvias en los próximos años y en el SMN se usa esta metodología para pronósticos a corto plazo.

Cómo será la primavera

La tendencia climática trimestral que elaboró el SMN para los meses de agosto, septiembre y octubre prevé que las temperaturas estén entre superior a lo frecuente y normal en la mayor parte del territorio nacional.
Así, de acuerdo con el análisis de varios modelos climáticos, hay mayor probabilidad de temperaturas más cálidas para la época en todo el norte del país, en las regiones de Cuyo y el Litoral, en las provincias de Córdoba, Buenos Aires, La Pampa y en el norte y centro de Patagonia. Mientras que en el extremo sur argentino se esperan estén dentro de lo normal. En cuanto a las precipitaciones, se prevén que superen el promedio habitual en las provincias del norte, en el Litoral, en Buenos Aires, San Luis, sur de Córdoba y este de La Pampa.