El
sismo que esta madrugada tomó por sorpresa a los
chilenos y que
dejó un saldo de más de cien muertos, no se pudo preveer. Así lo explicó el
director del
Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRESS), Alejandro Giuliano, a
Perfil.com: "La ciencia, en el mundo, está lejos de ello. Esto es un fenómeno
global, es muy difícil poder aislarlo y analizar el problema en un laboratorio, hacer pruebas a
nivel de todo el planeta".
"Puedo asegurar que en el futuro inmediato no se podrá predecir pero sí prevenir los efectos,
es decir, evitar que se vuelvan catástrofes
con una cantidad innumerable de muertos teniendo una construcción sismo-resistente", dice
Giuliano. Ahí, afirma el especialista,
residen muchas respuestas para lo ocurrido en
Haití, donde no se respetaron "los reglamentos de sismo-resistencias.
Tenemos miles de muertos contra poco más de cien en Chile".
Temblores en nuestro país. Según el director del
INPRES, lo que se sintió en Salta y otras provincias argentinas fueron sismos
independientes al chileno: "Las réplicas de un terremoto son reacomodiamientos progresivos que
suceden después de un terromoto epicentral en la cercanía hasta que se llega a una nueva posición
de equilibrio", indicó. "En la zona, la liberación de energía no es homógenea. Ocurre un sismo
principal y hay una zona afectada que se va acomodando. Lo que ocurrió en Salta, por ejemplo, es un
sismo en el lugar.
El movimiento de Chile sucede interplaca, eso quiere decir por el contacto entre dos placas
mientras que el de Salta es intraplaca, dentro de nuestra placa".
Esta mañana, el jefe científico del Instituto de Sismología de Chile, Sergio Barrientos, sostuvo que el temblor en su país se produjo con una intensidad 50 veces mayor a la de Haití. Por su parte, Giuliano aclara a este portal que "el de Haití tuvo una magnitud 7 y este una magnitud 8,6 (según Estados Unidos, 8, 8). En la escala de magnitud pasar de un grado a otro significa que si usted tiene un sismo de 8 libera 33 veces más energía de un sismo de magnitud 7".