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Caza de brujas

Algunos afiliados a la prepaga OSDE se comunicaron con la empresa para solicitar que la escritora Claudia Piñeiro fuera desafectada a la tarea de entrevistar al escritor cubano Leonardo Padura en una actividad programada por la fundación cultural de la empresa.

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Algunos afiliados a la prepaga OSDE se comunicaron con la empresa para solicitar que la escritora Claudia Piñeiro fuera desafectada a la tarea de entrevistar al escritor cubano Leonardo Padura en una actividad programada por la fundación cultural de la empresa. Las objeciones no objetaban la idoneidad de Piñeiro para encarar la tarea, que por otra parte ya había realizado, y con el mismo entrevistado, en un par de ocasiones previas, sino a sus declaraciones a favor de la despenalización del aborto en ocasión de presentarse en el Congreso Nacional para debatir el tema.

Esas objeciones, además, se combinaban con una fuerte preocupación impositivo-republicana acerca de los eventuales aumentos en el costo mensual de la cuota de la prepaga, si llegara a sancionarse la ley de despenalización, cuya sanción no comparten.  Los argumentos usados por  esos afiliados no examinaban la improbable relación causal entre la opinión de la escritora sobre el tema y el efecto sobre sus bolsillos, ni mucho menos sobre la relación entre los costos vitales y económicos de un aborto, al que consideran un tema criminal y no de salud pública. Simplemente, abogaban por un acto de censura. El argumento es el típico, y no por trillado deja de utilizarse con canallesca contundencia cuando se quiere afectar el honor de una persona cuyas convicciones no se comparte: que el otro está haciendo algo indebido con “mi” dinero, con “mis” impuestos.  

Llevados a este punto, tales afiliados parecen ignorar que lo mismo ocurre cuando esta (o cualquier otra obra social) aumenta la cuota por encima de la inflación, o retacea una prestación (no estoy diciendo que OSDE lo haga, líbreme Dios, sé de otras más complicadas), o incluye en sus planes prestaciones costosas y que estos indignados parciales no usarán en toda su vida pero que de todos modos se incluyen en sus erogaciones. Ni siquiera se les ha ocurrido que posiblemente los costos de una fundación que prestigia a la prepaga y les da lustre y roce cultural a los afiliados que asisten a sus eventos superen en mucho a una intervención quirúrgica o al valor con descuento de unas pastillas abortivas.  Esas personas, cuya pasión es la simplificación, simplemente quieren soluciones rápidas y pensar en otra cosa. En una entrevista histórica, Albert Speer, arquitecto y ministro de armamentos de Adolf Hitler, marcó el comienzo de su complicidad con el régimen nazi y el inicio de su decadencia moral durante la mañana siguiente a la Noche de los Cristales, cuando hordas nazis destruyeron los negocios de los judíos berlineses, y al pasar por la cuadra de uno de los comercios vandalizados, le molestó el espectáculo “desprolijo” de los vidrios desparramados en el suelo.