COLUMNISTAS
DE ALFONSIN A CRISTINA

Coincidencias imposibles

Los economistas no se ponen de acuerdo y el Gobierno, que antes acusaba a Bein, hoy lo celebra. Relato y ética.

AQUEL FESTIVAL DE BONOS Jose Luis Machinea
| PABLO TEMES

Miguel Bein hoy asesora a Daniel Scioli, pero fue viceministro de Economía de José Luis Machinea durante el gobierno de Fernando de la Rúa. La presidenta de la Nación lo citó largamente por su denuncia sobre “ los especuladores financieros que quisieron vaciar el Banco Central y hacer volar al gobierno por los aires”. Machinea no está de acuerdo con su viejo compañero de ruta al que no frecuenta hace tiempo pero sigue respetando: “ Sus palabras dan la idea de que hubo un complot para voltear a Cristina y eso no es cierto. Me parece mas precisa la definición de Aldo Ferrer que planteó que hubo río revuelto y ganancia de pescadores y yo agrego que al río, lo revolvieron las malas políticas económicas”. Sorpresas de esta Argentina impresivible e irracional que instalaron los Kirchner. Cristina coincide con Bein, al que Guillermo Moreno le quiso aplicar una multa por difundir los números de la inflación que finalmente Axel Kicillof reconoció en gran parte. Y Machinea, radical hasta los huesos, elige los conceptos de un ecomomista legendario y respetado que apoyó con suaves críticas el modelo económico que generó importantes avances pero cuya mayor producción fueron los errores no forzados que desembocaron en fuertes turbulencias por las que estamos atravesando ahora.

Ni Bein ni Machinea auguran una inflación anual menor al 33%. Profesionales de la economía saben que el mayor impacto de la devaluación progre-reaccionaria que hicieron Cristina y Axel va a impactar en las mediciones de febrero. Arranca muy mal el año para los trabajadores y jubilados pese a las gárgaras progresistas que dicen defender el bolsillo, la heladera y el horno de los argentinos que menos tienen. El 11% anunciado a los jubilados con bombos y platillos es por el semestre y la inflación de enero-febrero va a ser superior al 7%. Los oficialistas de la CGT ya están preparando protestas para calmar a sus bases y sólo la devolución de una parte de los 20 mil millones que el Gobierno les debe por las obra sociales podrían calmarlos. De todas maneras hay que destacar la prudencia de todos los sectores sociales, gremiales y empresarios que constrasta con la agresividad y hostilidad permanente que desatan Cristina y sus pibes para la liberación. ¿O no es Cristina la autora intelectual de la peor foto de la semana con Quebracho y sus capuchas y palos rodeando una estación de servicio de Shell? ¿Cree Cristina que esa imagen la favorece? ¿Piensa que esos muchachos aptos para todo servicio violento van a poder ser disciplinados una vez que se hayan lanzado al ataque?
El último invento del relato victimizante de Cristina es colocarse en el mismo lugar de Raúl Alfonsín. Eticamente están en las antípodas: la austeridad republicana intachable del lado de Chascomús y el enriquecimiento veloz a expensas del Estado, del lado de Calafate. Pero la comparación de los contextos políticos de cada época también es forzada y caprichosa. No obstante la presidenta ya lo repitió en dos ocasiones por lo menos. Algunos para-periodistas fogoneraron la idea. Victor Hugo Morales en complicidad con Lepoldo Moreau, lo dan como verdad revelada y algún escriba de triple empleo estatal se atrevió a citar al riguroso libro de Luis Majul, que explica porque cayó Alfonsín. ¿Se habrá lavado las manos después de mancharse con un autor al que ubican entre los conspiradores? Se sabe, el fin justifica los medios.

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Alfonsín fue el padre de la refundación democrática que fue la segunda en la región después de la era de las dictaduras del terrorismo de Estado. El genocida Reynaldo Bignone le entregó el bastón de mando con 600% de inflación, una deuda externa terrible y los precios internacionales mas bajos y las tasas de interés mas altas desde la posguerra.

Néstor y Cristina dilapidaron un viento de cola fenomenal con los precios de la soja por las nubes y el crédito por el suelo aunque hicieron ( ¿O fueron Lavagna-Nielsen?) una muy buena reestructuración de la deuda. Todos nuestros vecinos, aún los mas radicalizados ideológicamente como la Bolivia de Evo Morales, aprovecharon para crecer muy fuerte con baja inflación. Todos menos la Venezuela chavista con la que compartimos el podio de las dos inflaciones mas altas del mundo.

Jesús Rodríguez, el ex ministro de Economía de Alfonsín escribió que “ el poder de compra de los productos de exportación -medido en términos de importaciones- es el más alto de la historia y casi el doble del vigente a mediados de la década del 80.”

El gobierno de Cristina viene batiendo varios de los peores récords, ademas del inflacionario, por su propia mala praxis. La asfixia impositiva también es la más alta de todos los tiempos y aún así, no pudo evitar que durante 2013 parieran un preocupante déficit financiero cercano al 5% del PBI.

Los aportes que hicieron ambos ex ministros radicales muestran las diferencias políticas entre Alfonsín y Cristina. Ella cuenta con mayorías parlamentarias cuasi verticalistas que aprobaron leyes inquietantes como la expropiación de Ciccone al solo efecto de “esconder” las huellas digitales de Amado Boudou y dos blanqueos celebrados con champagne por los carteles de la droga y padecidos por los ciudadanos honestos de a pie.

La Presidenta, en su obsesión por el aislamiento se recuesta casi exclusivamente en la agrupación fundada por su hijo y descuida la relación con intendentes y gobernadores justicialistas que la apoyaron y ahora miran con simpatía a Scioli o a Massa y empiezan a dar los primeros saltos.

Cristina los abandonó a su suerte y ahora las cuentas en rojo se explican por el unitarismo extorsivo fiscal al que fueron sometidos. Obras a cambio de disciplina y silencio.

Y por último, la diferencia de mayor magnitud.
Alfonsín debió enfrentar sublevaciones militares golpistas con verdaderos fusiles y tanques en la calle y con el poder de la dictadura casi intacto. Las balas picaban cerca y sin embargo, los responsables de la tiranía del horror y las desapariciones, fueron juzgados. Hoy ocurre todo lo contrario, salvo algún delirante con cero representatividad, toda la dirigencia política y sindical está para sostener el sistema democrático y ayudar a la Presidenta (si es que se deja) a finalizar su mandato en paz. En algunos aspectos, Cristina debería hacer borrón y cuenta nueva.

Construir puentes en lugar de trincheras, convocar a expertos y no a voluntariosos en economía y reconstruir la ley de leyes, ese presupuesto que quedó reducido a cenizas con un dólar a 6,33 y un IPC de 10,8 para todo el 2014. ¿Hay algo mas falso que eso?