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CICLO DE GOBIERNO

Confusión

Las múltiples notas que circularon en medios opositores “confundieron” ingreso de la ocupación principal con ingreso total del hogar.

Las múltiples notas que circularon en medios opositores “confundieron” ingreso de la ocupación principal con ingreso total del hogar.
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La mitad de la población ocupada gana en su ocupación principal $ 6 mil o menos y el 95%, menos de $ 15 mil mensuales, umbral de imputación del impuesto a las ganancias. Obviamente, la ocupación principal no es la única modalidad de ingreso por hogar, sí, como se indica, la “principal”.

Al respecto, sabemos que el número de perceptores de ingreso por hogar a nivel nacional es de 1,9 perceptores (récord histórico por el sostenimiento del empleo), a los que deben adicionarse, en los hogares que los haya, los ingresos provenientes de otras alternativas no principales y las no remunerativas, como por caso la AUH (beneficia a 3,6 millones de menores de 18 años), Progresar (700 mil jóvenes entre 18 y 24 años), y sumarse también, donde hubiera, los ingresos previsionales, como jubilaciones y pensiones (impacta sobre 7.884.012 personas titulares de derechos).

Así las cosas, este nivel de ingreso de la ocupación principal (el ingreso que obtiene la persona como resultado de su trabajo y en el caso de tener más de uno, el ingreso del que declara como principal) que muestra el cuadro que acompaña esta columna debe ser expandido por el número de perceptores de ingreso del hogar, complementado con el de ocupaciones secundarias y otros beneficios no remunerativos y previsionales, para establecer, por ejemplo, niveles de pobreza e indigencia.

En líneas generales el ingreso total del hogar duplica el ingreso de la ocupación principal, por lo que la estructura de ingresos actual tomando como referencia el ingreso de la ocupación principal de los perceptores es compatible con niveles de pobreza y de indigencia que muestran una notable performance del oficialismo para disminuir los niveles heredados tras la crisis del neoliberalismo en diciembre de 2001 que al asumir Néstor Kirchner alcanzaban al 54% de pobreza y 27,6% de indigencia.

Al respecto seguimos en esto a CESO (Centro de Estudios  Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz) luego de recalcular el costo de la canasta básica total y alimentaria sobre la base de la evolución de los índices de precios difundidos por institutos de estadísticas provinciales; para el segundo semestre de 2014, el 16,1% de la población percibía ingresos por debajo de la línea de la pobreza y el 5,1%, por debajo de la de indigencia.

Valores que se corresponden con una valuación de Canasta Básica Alimentaria que sirve de umbral para determinar indigencia de $ 874,90 y una Canasta Básica Total ampliada que determina niveles de pobreza de $ 1.628,25, ambas canastas calculadas para un adulto equivalente (varón de de entre 30 y 59 años).

En esta perspectiva el kirchnerismo en su ciclo de gobierno quitó de la pobreza al 38% de la población, el equivalente a toda la provincia de Buenos Aires y permitió que el 22,5% de la población abandonara la indigencia, equivalente a toda la población de Córdoba, Santa Fe y Mendoza, sumadas. Un récord absoluto.

Como es de esperar, las múltiples notas que circularon esta semana pasada en los medios opositores “confundieron” ingreso de la ocupación principal con ingreso total del hogar, y proyectaron entonces niveles de pobreza delirantes, configurando una manipulación lamentable. Una más, estimados lectores de PERFIL, ¿y van?

*Director de Consultora Equis.