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Cristina: los peronistas no la quieren, pero sus fieles la imaginan como Lázaro (no Báez, sino el de Cristo)

Los cristinistas afirman que cada vez mide mejor y sueñan con retomar el poder y vengarse de los traidores. El peronismo la rechaza, pero aún le teme.

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Cristina Fernández de Kirchner. | Cedoc.

En estos días se pueden escuchar a dos clases de peronistas: los que no quieren saber nada más con Cristina Kirchner y los que no quieren saber nada más con Cristina Kirchner pero aún no se atreven a decirlo en público.

Después está La Cámpora, pero ellos por ahora no cuentan ya que su estructura está degradada porque funciona con la nafta de un Estado que ahora no controla.

Son gobernadores, intendentes, legisladores, los que dicen de una u otra forma “Cristina ya fue”. Aunque el hecho de que sean mayoría los que teman explicitarlo, denota que muy seguros no están. Entre estos, los más temerosos en revelar sus sentimientos son los ex kirchneristas que durante estos catorce meses de despoder demostraron distancia de su antigua jefa. Nunca llegaron a ser demasiado críticos públicamente sobre su liderazgo. Pero saben que ella sabe.

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El de los ex funcionarios y ex legisladores kirchneristas es un caso muy especial, porque a diferencia de los peronistas que jamás fueron devotos K, Cristina y sus cristinistas los consideran traidores y prometen venganza. Miguel Ángel Pichetto y Florencio Randazzo encabezan la lista de sus enemigos.

Muchos de los peronistas que presagian una pesadilla si Cristina algún día regresara del más allá, hacen recordar por sus dichos a un capítulo de la serie The Returned, en la que personas que habían fallecido vuelven a un pequeño pueblo.

Carlton Cuse, el creador de la serie (premiado guionista de Lost), involucra a una mujer que regresó de la muerte en una tortuosa duda existencial. Cuse hace dialogar a ese personaje con el sacerdote del pueblo: “He estado pensando en Lázaro, padre. Todos sabemos que se levantó de entre los muertos, ¿verdad? ¿Pero qué pasó después de eso? Nunca lo dicen y me gustaría saberlo. ¿Él se alegraba? Presiento que sus hermanas no se alegraron mucho. Apuesto que no se alegraron nada cuando él regresó. Es demasiado raro. A lo mejor andan por la casa susurrando que esto fue un error. Que hay algo raro en él. Y ese algo era que Lázaro estaba muerto y debió haberse mantenido muerto.”

Cristina amenaza con seguir el mismo camino de Lázaro (el Lázaro de Cristo, aunque algunos presagien que sea el de Báez) alentada por un núcleo duro de simpatizantes que nunca bajó del 20 al 25% (según incluso las encuestas que maneja el Gobierno). Incluso los cristinistas miden cierto crecimiento de su imagen en los últimos meses, en coincidencia con la cercanía de una posible prisión y en medio de las contradictorias señales de economía argentina.

A los peronistas en general y a los ex kirchneristas en particular, les aterroriza esa posibilidad. Están convencidos de que el regreso de la ex jefa a una banca de diputada o senadora en octubre, sería apenas el paso intermedio para una candidatura presidencial en 2019. Hablan como la mujer de aquella serie, recuerdan los buenos viejos tiempos del peronismo en el poder, pero creen que un regreso de CFK sería entre caricaturesco y monstruoso. Recuperaron la memoria y cuentan pestes de ella (lo salvan a Néstor, que es una forma de exculparse ellos), y aseguran que ahora todavía sería peor.

En cambio, en La Cámpora la proximidad de más complicaciones judiciales para su líder y la cercanía de las elecciones, parecen haber revivido cierta dosis de euforia. Los camporistas, que desde el año pasado vienen insistiendo en que la prisión de Cristina sería un trampolín para recuperar el poder, ahora dejan entrever que ella también piensa lo mismo. El caso Milagro Sala es considerado como una prueba de que una eventual detención de la ex presidenta provocaría enorme repercusión internacional y movilizaciones populares en todo el país.

Estos seguidores fieles de Cristina, le podrían responder a la mujer que volvió de la muerte en The Returned, de la misma forma en que le respondió el sacerdote del pueblo:

-Pero hija, fueron las hermanas de Lázaro las que le rogaron a Cristo que lo reviviera.

Y la mujer que el guionista de la serie hizo volver de la muerte a su pesar, le retrucaría a los camporistas con el mismo argumento que le dio al cura:

- A eso me refiero, padre. Cristo no debió haber escuchado. El final es por algo, ¿no cree? Es decir, seguir y seguir, sería insoportable. ¿Cómo organiza uno una vida sin la muerte que la defina?

La Biblia no aclara si Lázaro fue consultado. Da por hecho que todos quieren regresar.

Los cristinistas también lo dan por hecho, igual no estaría de más preguntarle a ella. Quizá no sea una buena idea.