COLUMNISTAS
PANORAMA / de grande quiero ser roemmers

Cuando te gobierna Spotify

Presentacion-Canonero-20190305-4-copia-copia
PAPER DEL BCRA. Expuesto en un mitin en Chile. | CEDOC PERFIL

Todos los que usamos aplicaciones de música sabemos que hay un momento en el que decidimos qué escuchar, porque es lo que tenemos ganas y preferimos para una situación determinada, y que hay otro momento en el que por confianza, distracción o por creer demasiado en el algoritmo que inventó el mercado, empiezan a reproducirse canciones que jamás imaginamos, que no seleccionamos, que a veces pueden ser geniales, pero que muchas otras pueden sencillamente ser un infierno y llevarnos por caminos horribles que dan ganas de tirar el celular o la computadora contra el piso. Es lo que sucede cuando perdemos el control y nos empieza a gobernar Spotify. Estamos obligados a parar la reproducción, empezar de cero y elegir otra playlist.
Primero por ideología en la era Prat-Gay-Sturzenegger y más tarde por las restricciones que impuso el Fondo Monetario Internacional (donde terminamos por la ideología) estamos en una situación muy parecida a que una app tipo Spotify nos maneje la política cambiaria. Y encima con el Plan Gratuito, donde no podés elegir más que el artista o el disco pero no el tema. Estamos en random, reproducción aleatoria.
Tenemos seteada una playlist de bandas cambiarias entre las cuales más que subir la tasa de interés lo que pida el mercado no se puede hacer; así que una vez que se va reproduciendo y en cuanto te confiás, el algoritmo del mercado empieza a llevarte de paseo en un rango tan amplio que puede ir de Alicia Keys a Damas Gratis (banco a ambos). De un piso en la cotización mayorista de cerca de 38 mangos a más de 51 (algo así como 41 a 52 en el mercado que todos seguimos en la calle). Imaginate el baile en el medio.
Y todo reconociendo que somos histéricos con el dólar. No hay dudas. Hagámonos cargo. Hace un mes hablábamos de cuasi atraso cambiario por cuatro meses de calma con el Facha Sandleris y de que no lograba hacerlo subir, y ahora nos agarramos de los pelos por un salto en cuanto cambió el contexto externo. Es cierto. Lo concedo. Son los “factores idiosincráticos” que explicó esta semana en una presentación el vice del BCRA, Gustavo Cañonero, al disertar en Chile.
Pero también es cierto que, después del palazo de 2018, un amplio coro pedía aprovechar la calma para juntar más divisas; negociar con el Fondo achicar la zona de no intervención o los parámetros de ventas ante una turbulencia, y tomar medidas que limiten los capitales de corto plazo.
A veces el Gobierno juega a pensar que acá es gratis que el dólar se mueva 3 pesos en dos días y que si pasa vamos a hablar de que se cumplen tres meses de la superfinal de la Libertadores. Ojalá. Las remarcaciones son reflejos del pasado que complican el futuro.
“Están en un callejón sin salida”, dice una economista que siente afecto por la conducción económica. ¿Cuál es? El dólar se actualiza por la inflación, y la inflación sigue al dólar, que solo frena con la tasa más alta, que frena la reactivación, que afecta la imagen del Gobierno y alimenta las compras de dólares, que vuelve a subir y vuelta a empezar.
“Sería un milagro que gane el Gobierno”, dijo un gurú ortodoxo en la City esta última semana. Lo escuchaba en la platea el jamaiquino del FMI Trevor Alleyne, que también anotó otra frase: “El Gobierno solo parece dispuesto a cumplir con el Fondo”. Alto desafío para Duran Barba, el de los triunfos inesperados.
A propósito, si la historia la escriben los que ganan, acá Alberto Roemmers sería Tulio Halperin Donghi. En el último año, donde por devaluación y crisis cinco milmillonarios argentinos le dieron la razón a Eduardo Costantini y vieron reducirse sus fortunas, el titular del mayor laboratorio argentino aumentó US$ 1.100 millones su patrimonio según lo mide Forbes (a 2.900 millones), mientras su hijo homónimo se casó en una isla de Colombia y su otro hijo, Alejandro, este año festejó los 61 en Punta Cana. Ya sé, no tiene nada que ver, pero el ranking yanqui con la posición del fabricante de Amoxidal salió un día después de la difusión de que se venden 100 mil medicamentos menos por día en la Argentina.
Menos mal que para todos los desencantados está el plan antigrieta de Roberto Lavagna, que ilusiona con guiñar hacia el peronismo y tal vez doblar hacia el ajuste con reformas que no hizo Macri; o con guiñar hacia el cambio y doblar hacia el kirchnerismo sin choreo y con buenos modales; o con parecer un Ricardo Lagos o un José La Moncloa, sin que nadie sepa bien de qué se trata. Todo con el riesgo de nuestro pasado de votar rejuntes antitodo que terminan mal. Lo bueno es que vendría con outsiders de la renovación, tipo Marcelo Tinelli, que les regala fotos a gobernadores que hacen parir a las nenas violadas y chau chau chau.