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econOMISTA DE LA SEMANA

El mercado, de cara a las alianzas electorales

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DOS CERTEZAS. Alberto Fernández y Miguel Pichetto, las mayores novedades. | cedoc perfil

La incorporación de Alberto Fernández en el espacio de CFK había traído alivio al mercado dado que se quitó la posibilidad de que las decisiones queden en manos del kirchnerismo más radicalizado. Ahora, la inclusión de Miguel Angel Pichetto vuelve a seducir al mercado porque muestra que Cambiemos puede ser un espacio más amplio, pero principalmente que, en caso de tener un segundo mandato, se podrían encarar reformas estructurales con mayor facilidad. En conclusión, cualquiera de los dos espacios da muestras de encarar los próximos años con mayor gobernabilidad. Ello trae alivio al mercado, que sabe que el país necesita reformas estructurales para equilibrar sus cuentas fiscales, crecer y por lo tanto poder pagar la deuda.
La polarización de todas formas sigue, a pesar de este giro donde ambos espacios tratan de conquistar votantes del centro, una ampliación tardía. Será difícil de enfrentar esta batalla electoral con la cuenta financiera completamente abierta y con las dudas del rol que jugará el vicepresidente de cada espacio, algo inédito en la historia argentina.
El mercado, como es habitual, sobrerreaccionó a la noticia y el Merval subió más de 10%, el dólar por ahora acumula una baja superior al 3% y el riesgo país cae en torno a 100 bps. Indirectamente, a través de la estabilidad en los mercados, la inclusión de M.A. Pichetto llevará votos a Juntos por el Cambio. Sobre el final de la semana ya empezó a mostrar moderación. Hay que tener en cuenta que en el caso de que gane cualquiera de los dos candidatos más competitivos es improbable que el riesgo país vuelva a ubicarse en los cómodos 400 puntos básicos.
Sin embargo, falta mucho para que se definan las elecciones. Las instancias intermedias serán decisivas. Un mal desempeño de Juntos por el Cambio en las PASO, aunque logre ser revertido en las siguientes instancias como ya sucedió en 2015, traerá nerviosismo al mercado de cambios. No porque A. Fernández tenga intenciones de no pagar. Sino por dos factores. El primero es que tiene a C. Fernández de Kirchner en la fórmula y al mercado no le gusta su figura. Lo segundo es algo que inquieta aun más, A. Fernández representa incertidumbre.
Creemos que el período entre las PASO y las elecciones generales será de tensión. A fin de cuentas, y a pesar de las idas y vueltas en términos de candidaturas, el país se enfrentará a una elección binaria. Si el mercado se pone nervioso no se puede descartar un escenario de corrida. Pero le asignamos muy baja probabilidad. En el otro escenario, donde el mundo y los mercados no reaccionen ante un resultado adverso del oficialismo, las tensiones sobre el dólar y el precio de los activos podrían existir por un descalce entre oferta y demanda de divisas, pero entendemos que la situación podría llevarse sin sobresaltos.
Creemos que el BCRA tiene recursos para afrontar la mayor dolarización por el histórico efecto de las elecciones. En términos concretos, los US$ 60 M diarios que se venden por orden del Tesoro sumados a lo que resta de los US$ 7.500 M que recibió directamente en el primer desembolso del FMI, le da un poder de fuego de US$ 11.000 M para el segundo semestre. Un número no menor.
En términos de cumplimiento para 2019, con los fondos del FMI, el programa financiero luce atendible en lo que queda del año, aun considerando una renovación de las letras (en todas sus versiones) por debajo del 50%. De hecho, en la licitación de esta semana el Gobierno logró renovar el 100% de los vencimientos convalidando un aumento menor de la tasa considerando que son títulos que vencen el año que viene, e incluyen un potencial cambio de gobierno.  
A pesar de esto, el programa financiero para 2020 luce desafiante a la luz de lo comprometido que resultará alcanzar un superávit fiscal considerable como el que estaba previsto a comienzos de año. Algo que no parece plausible; a pesar del esfuerzo de este año difícilmente se logre el déficit primario cero. Por otro lado, la caja que le demanda los créditos Argenta podría comprometer más las cuentas públicas desde que serán menores rentas para el Tesoro recibidas por el FGS. En total estimamos que serán volcados pesos por el equivalente a US$ 2.000 M  (según BasavilBaso la oferta total es por unos US$ 5.500 M).
En conclusión, a pesar de las intensas negociaciones y esfuerzos por ampliar los espacios electorales competitivos, los fundamentals de la economía argentina siguen siendo débiles. Un programa financiero que no podrá cumplirse en 2020 sin acceso a los mercados, y eso no parece garantizarlo por completo ningún espacio. El mercado será menos paciente luego de las elecciones y habrá que estar atentos a los gestos de ambos candidatos debido a que seguiremos siendo dependientes del financiamiento. Para cortar con esa dependencia el país necesitará crecer, y esa es la tarea sobre la cual pocos candidatos se han expresado: muchos nombres, pocas propuestas.