COLUMNISTAS
Defensor de los Lectores

El ritmo caribeño alimenta la epidemia de ‘fake news’

En los últimos días, dos imágenes publicadas en medios de la Argentina y –en otros casos- de distintos puntos del mundo, han suscitado controversias acerca de su veracidad.

20190224_ilustracion_gobierno_discriminacion_silvestro_g.jpg
Por casa. Una ilustración oficial que dejó muchas dudas sobre su autenticidad. | Silvestro

En los últimos días, dos imágenes publicadas en medios de la Argentina y –en otros casos- de distintos puntos del mundo, han suscitado controversias acerca de su veracidad. Es un mal de la época, por cierto, el dudar de la credibilidad que ofrece la inclusión de determinados textos e ilustraciones. Es uno de los males de las fake news (noticias falsas) que vienen inundando medios tradicionales y –en particular- redes sociales, con motivaciones non sanctas o meramente irresponsables.

Uno de los casos tuvo origen en el Ministerio de Producción y Trabajo, concretamente en un informe interno titulado “Leyes para la transformación productiva”. En la página 7 de ese informe se incluyó una imagen que pretendía demostrar que un 20% de contribuyentes aportan el 99,4% de la recaudación fiscal. No dudo en calificarla como desagradable, racista y peyorativa hacia los sectores asalariados. Tanto, que me pregunté si sería o no cierta tamaña elección gráfica, duramente criticada por las redes, publicada a un lado de la grieta e ignorada por el otro. PERFIL tocó el tema ayer, afirmó haber consultado en el Ministerio y confirmado allí que la imagen y el informe existen. Sin embargo, hubiese sido más efectivo citar la fuente con nombre y apellido, o al menos con la categoría del funcionario o funcionaria a quien se contactó. Hasta ese extremo estamos siendo obligados por la epidemia de fake news.

El otro tema llevó la grieta a tierra caribeña. La imagen del bloqueo de dos contenedores y un tanque cisterna en el puente que une Venezuela con Colombia impactó desde las tapas de muchos medios internacionales, redes sociales y canales de noticias. Entre quienes aún apoyan el gobierno de Nicolás Maduro  se puso énfasis en que esos elementos están allí desde que la construcción del puente fue interrumpida en 2016, con lo que reproducir la fotografía como actual sería una clara violación a principios éticos en la profesión. No se dice, sin embargo, que  el jueves fueron soldados al puente, en una acción del gobierno venezolano para evitar la libre circulación.

PERFIL no publicó la foto. Debo señalar, sin embargo, que resultó insuficiente y sesgada la cobertura de los conciertos a favor y en contra de la política de Maduro publicada en la edición de ayer: abundante información e imágenes sobre el evento opositor internacional y casi nada sobre el contraconcierto del chavismo.        

Aclarando. Dos habituales corresponsales de la sección Correo han detectado lo que entienden como errores que merecen aclaraciones:

◆ El lector Alfredo Leonardo Durante cuestiona el empleo de la palabra “erra” en el título de la columna del Defensor de los Lectores del domingo 17, página 37. Señala que debió aplicarse “yerra” como forma correcta de la conjugación del verbo errar en su modo indicativo, tiempo presente, tercera persona del singular. Debo aclararle, sin embargo, que la Real Academia Española destaca la doble acepción (“yerra” y “erra”), por lo cual cualquiera de ambos términos es correcto para el caso (https://dle.rae.es/?id=G3m4kmO).  

◆ El arquitecto Luis Grossman revela que vio un título –cuyo medio de origen no recuerda- redactado así: “Histórica cumbre contra los abusos en el Vaticano”. Señala que está mal construido, porque debió decir que se trataba de una cumbre en el Vaticano contra los abusos. Coincido con él en que se trató de una forma de redacción engañosa, que puede ser interpretada de maneras diferentes. Le aclaro, sin embargo, que he recorrido el último mes de ediciones de PERFIL y no hallé el título que menciona, y tampoco parece haber quedado registrado en perfil.com. Creo haber demostrado en no pocas ocasiones que mi mirada sobre la edición de títulos es tanto o más rigurosa que la que aplico sobre los textos.