COLUMNISTAS
ortodoxias

La maestra ignorante

default
default | Cedoc

Un suceso extraordinario quedó debajo de las noticias políticas de esta semana. Una alumna de una escuela de Sierra de los Padres se presentó a rendir un examen de Geografía y le dijo a su profesora que no sabía nada del tema porque no tenía libros, carpetas, nada. La chica es boliviana y tiene 14 años. El director de la escuela ESB 50 del paraje La Gloria de La Peregrina le había advertido a la maestra que iba a tomarle el examen que a la chica le costaba un gran esfuerzo llegar cada día a la escuela para estudiar. ¿Qué hizo la maestra? Le preguntó si podía escribir sobre cómo era su vida trabajando los cultivos de frutilla que hay en la zona. La chica escribió durante dos horas seis carillas en las cuales contó detalles de la vida de su gente, de la precariedad de su economía, de las virtudes de sus padres y lo costoso del trabajo. Lucía Gorricho, la profesora, emocionada, le aprobó el examen. ¿Cómo se puede aprobar un examen en el que la alumna no sabe lo que se le pregunta? Eso cuestionó la ortodoxia educativa. La maestra puso en práctica una forma educativa muy productiva y peligrosa, genial: la del maestro ignorante que promovió Joseph Jacotot en 1818 en Francia y que sampleado por el famoso libro de Jacques Rancière llegó hasta nosotros. ¿Qué dice este libro a grandes rasgos? Que todos tenemos adentro un maestro ignorante. Que cuando
alguien te pasa un conocimiento precocido lo que hace en vez de enseñarte es embrutecerte. Que la educación a la cual estamos acostumbrados vive de la brecha que existe entre el educando y el educador, por eso se preocupa por mantenerla siempre. Que lo más difícil es ayudar a que las inteligencias de las otras personas se emancipen. Que esta chica boliviana, de 14 años, sabe más que cualquier alumno versado en geografía porque sabe, íntimamente, que es invencible. No siempre te toca en la vida un maestro que en vez de embrutecerte te emancipa.