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¿Llegó el Chapo?

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La sombra del cartel de Sinaloa apareció en Argentina en julio de 2008, cuando estalló el escándalo del tráfico de efedrina y producción de metanfetaminas. Desde el principio de las investigaciones, se vinculó a los nueve mexicanos detenidos en la quinta de Ingeniero Maschwitz y a su jefe, Jesús Martínez Espinoza, con el cartel comandado por Joaquín “el Chapo” Guzmán, pero lo extraño es que ninguno de ellos tenía antecedentes penales ni era buscado por delito alguno en México, lo que dificultó su identificación como miembros de alguna organización criminal. Conforme pasó el tiempo, hasta los gobiernos de México y Argentina se contradijeron: los relacionaron con el (inexistente) cartel de León, el de Sinaloa o el de Juárez, y hasta un juez argentino llegó a sospechar que se trataba del intento de crear una nueva organización de tráfico de estupefacientes.

La llamada “ruta de la efedrina” derivó en dos juicios. En el primero se juzgó a veinte personas, entre ellas once mexicanos (nueve habían sido detenidos en el laboratorio clandestino y dos más fueron descubiertos en el aeropuerto con metanfetaminas). Todos se declararon inocentes y jamás aceptaron adherencia a ningún cartel. Al final, en octubre de 2010, casi todos fueron condenados. El único que terminó absuelto fue José Luis Alejandro Velasco Colón, a quien entrevisté antes de que volviera libre de cargos a México. Se quejó de la deuda que tenía el gobierno argentino con él por el tiempo que había estado preso en Villa Devoto.

Casi un año y medio después, en marzo de 2012, Velasco Colón fue detenido en México luego de una balacera en la que cayeron abatidos dos de sus cómplices. La Policía lo identificó como miembro del Cartel del Milenio, una organización que en ese momento tenía una alianza con el cartel de Sinaloa para traficar metanfetaminas. Velasco Colón se convirtió así en el único vínculo probado entre el grupo del Chapo y la “ruta de la efedrina”.

En 2011 comenzaron a circular versiones de que el Chapo había viajado a Argentina junto con su esposa, e incluso vivido en Córdoba o Chaco, pero esos datos nunca fueron ratificados por ninguna autoridad. A mí me lo negaron fuentes de México y Argentina. Aunque no tengo los elementos para descartarlo del todo, me parece inviable que el Chapo hubiera venido al país justo cuando estaban en marcha los juicios contra de sus supuestos cómplices, además de que en esa época su esposa estaba embarazada. En agosto de 2011 parió mellizas en Estados Unidos.

*Autora de Narcosur. La sombra del narcotráfico mexicano en Argentina (Editorial Marea).