Si algo faltaba, las palabras de Néstor Kirchner en los últimos actos públicos terminaron de
confirmarlo. El ex presidente plantea que la pelea entre el campo y el Gobierno se dirimirá en las
urnas en junio.
Si algo faltaba, las palabras de Néstor Kirchner en los últimos actos públicos terminaron de confirmarlo. El ex presidente plantea que la pelea entre el campo y el Gobierno se dirimirá en las urnas en junio. La familia rural sabe que ya no puede esperar nada bueno del Gobierno nacional. Durante toda la gestión kirchnerista nunca se decidió medida alguna en favor de la producción, salvo el tipo de cambio que se mantuvo más por conveniencia (cobrar retenciones) que por convición. Obviamente, tampoco hubo acciones a su favor. Sólo trabas y decisiones que complican o destruyen. El diálogo en serio no existe. La mesa de trabajo, buscando salidas, tampoco. Para disimular, sólo se buscó entretener.
Y es más, hoy se comprueba que aquello de “poner al campo de rodillas” no fue sólo una expresión hecha en el calor de la disputa, sino un fuerte deseo.
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Néstor Kirchner ha trazado una línea clara. Colocó a las próximas elecciones en la categoría de un plebiscito, aludiendo especialmente a la cuestión agropecuaria. La realidad que toca todas las mañanas en las casas de los argentinos es más que preocupante por lo que pueda ocurrir hacia adelante. Si el Gobierno triunfa en las próximas elecciones legislativas, se sentirá respaldado y, consecuentemente, su política convalidada. Por lo tanto, el sector agropecuario seguirá en la situación actual, o tal vez sea más castigado, por lo que el kirchnerismo considera insolencia, osadía o tan sólo por disgustar al matrimonio gobernante. La división entre productores ricos y pobres preanuncia este hecho y males mayores. Propiciar el enfrentamiento entre maestros y chacareros demuestra el cinismo con que se manejan algunos dirigentes.
Tales afirmaciones no hacen más que empujar a la gente de campo y sus actividades vinculadas a la oposición no sólo por cuestiones políticas.
No existe una conspiración contra la Presidenta, no se busca ponerle piedras en el camino, ni se quiere su fracaso, se trata de que todos juntos podamos resolver los problemas.
Queda claro: están en juego la supervivencia y la paz.
*Presidente de la Fundación Alem (UCR). Ex titular de la Federación Agraria Argentina.
