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Mecha encendida entre Nico y Toto

Se veía venir. A los pocos que acceden a la intimidad real del equipo económico no les sorprendió que ahora se filtren los crecientes cortocircuitos entre Nicolás Dujovne y Luis Caputo.

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Desde hace semanas, el ministro de Hacienda y Finanzas viene rumiando veneno contra el jefe del Banco Central. | NA

Se veía venir. A los pocos que acceden a la intimidad real del equipo económico no les sorprendió que ahora se filtren los crecientes cortocircuitos entre Nicolás Dujovne y Luis Caputo.

Desde hace semanas, el ministro de Hacienda y Finanzas viene rumiando veneno contra el jefe del Banco Central. “Estoy hinchado las bolas de que todas las buenas se las adjudiquen a él y yo ligue los cachetazos, incluso los que son su culpa”, le oyeron decir en los últimos días en su círculo más cercano.

Ya molestaba a Dujovne que gran parte del círculo rojo y de la cúpula del poder gubernamental, incluyendo al Presidente, tomara a Caputo como una suerte de Messi de las finanzas, gracias al cual la crisis no es peor.

La ira contenida del ministro empezó a desbordar esta semana, al compás de la peor corrida contra el peso desde el tsunami posconvertibilidad que enfrentó el dúo Duhalde-Remes Lenicov.

A través de calificados voceros, le pasó viejas facturas a “Toto” (como gustan llamarlo en el equipo M) por “exagerar recaudos”, como fueron el bono a cien años, la colocación adelantada de títulos por US$ 9 mil millones y el apuro del acuerdo con el FMI ante las primeras turbulencias. También le adjudicó a Caputo ser errático con el dólar y las tasas imposibles al 60% (con su impacto letal en la inflación y en la actividad económica, respectivamente) y, sobre todo, ser el artífice de que Macri saliera el miércoles 29 a anunciar un adelanto de más desembolsos del Fondo sin tenerlo cerrado. Como todos recuerdan, ese mensaje presidencial aceleró la corrida.

Caputo, con un estilo comunicacional más reservado que el de “Nico” (como gustan llamarlo en el equipo M), solo recogió el guante entre sus íntimos. Responsabilizó a Dujovne de que trascendieran sus diferencias, que las explica en el marco de supuestos celos del ministro. De paso, le endilga culpas por el ánimo casi exclusivamente ajustador que tomó el Gabinete y de echar leña al fuego con su anuncio apurado del jueves 30 respecto al lanzamiento de medidas oficiales el lunes 3.

Macri y el cuestionado Marcos Peña habrían intervenido para apagar la mecha encendida entre ellos. Ojalá tengan más éxito que el que demostraron para calmar a los mercados.