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Otro cabildo abierto

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22 de mayo de 1810, comienza nuestra historia con un periodista, Mariano Moreno, como protagonista. | Oleo de Pedro Subercaseaux

Durante los siglos XVI y XVII, los cabildos abiertos fueron el método de reunión para debatir temas importantes en aquella Argentina pretérita. El revolucionario cabildo abierto del 22 de mayo de 1810, que abrió el camino al nacimiento de nuestro país, tuvo como uno de sus protagonistas y principal miembro del gobierno que terminó surgiendo tres días después a Mariano Moreno, el fundador del primer diario argentino, Gazeta de Buenos Ayres, y principal referente de la actual Academia Nacional de Periodismo. Paradójicamente, Mariano Moreno (el primero sentado a la derecha en la clásica pintura histórica que ilustra esta columna) fue un periodista militante. Obviamente, no se puede comparar una revolución constitutiva de una nación en guerra por su independencia con una república democrática en épocas de paz, pero es un buen punto de partida para el debate que atraviesa al periodismo y la política actual, sobre subjetividad, redes sociales y fake-news.

Y este martes, en el histórico Cabildo de la Ciudad de Buenos Aires, se realizará un "cabildo abierto de periodistas" organizado por la editorial Paidós, especializada en textos de ciencias sociales, con la excusa meramente formal de convocar a la presentación del libro Periodismo y verdad pero con el verdadero fin de generar un encuentro entre periodistas de todas las tendencias ideológicas como gesto de reconciliación en la profesión y puente en medio de la grieta.

En Reflexiones sobre la construcción social, Kenneth y Mary Gergen escribieron que "cada tradición tiene sus propios criterios de validación; que el testigo de un juicio nos parezca que dice la verdad o que miente dependerá de si esa persona utiliza el lenguaje de la misma forma que lo hacemos nosotros: decir la verdad es decir algo de forma que encaje con las tradiciones de una comunidad particular". Verdadero sería aquello “que es resultado de vidas compartidas en el seno de un grupo”.

La opinión pública es nuestra piel social y la fábrica de almas que son los medios la construyen a diario

Pero reconocer que toda verdad exista en el marco de una tradición no implica abandonar el imprescindible papel de lo verdadero para la vida en sociedad, ni pretender asesinar por la espalda toda idea de certidumbre en aras de un relativismo radical –se dice en Periodismo y verdad– sino que intenta comprender la comprensión de las cosas. Y comprendernos entre nosotros manteniendo nuestras diferencias de opinión.

Comprender que el criterio de validación sobre lo verdadero en el contexto periodístico de Mariano Moreno tenía una lógica distinta. En Los nombres de la historia, Jacques Rancière destacó que la lengua inglesa distingue entre story y history: los materiales (los hechos) no son nada sin la arquitectura que les da sentido (la narración).

Pero que todo conocimiento sea socialdependiente, porque todo conocimiento está construido socialmente, no implica que el periodismo, en su papel de ser uno de los constructores sociales de la realidad, no se esfuerce por acercarse a una noción pragmática de cierto grado de objetividad (intersubjetividad) que nos permita ponernos de acuerdo sobre cuáles son los hechos que merecen ser expuestos a la audiencia para luego diferenciarnos en todo tipo de interpretaciones (hermenéutica) sobre ellos. Porque aceptar que haya muchos esquemas conceptuales posibles de representar los hechos de maneras alternativas no significa aceptar la mentira ni resignarse a las fake-news.

Si la política es la continuación de la guerra por otros medios, la continuación de la política son los medios

El cabildo abierto de periodistas buscará también intercambiar ideas sobre el futuro de la profesión: ¿seguirá siendo autónomamente rentada? Hacia el año 1800, Beethoven ya podía vivir profesionalmente de su arte como compositor de música pero, pocas décadas antes, Mozart dependía de la benevolencia de algún emperador. Hasta que se inventó la publicidad, a comienzos del siglo XX, el periodismo en el siglo XIX también dependía de la filantropía o estaba al servicio de un interés concreto: ¿la actitud depredatoria de Google y Facebook volverán a dejarlo reducido a una economía sustentada por la beneficencia?

Lo mismo para los medios: la publicación especializada más prestigiosa del mundo, Columbia Journalism Review, escribió: "El problema que enfrentan muchas organizaciones no es seguir en los medios sino seguir en el periodismo". En los medios se perdura haciendo entretenimiento o brindando conectividad, pero periodismo es una forma especial de contenido.

Además de periodistas, participarán de este otro cabildo abierto los responsables de las carreras de Periodismo de las distintas universidades de Buenos Aires. Si la grieta, entendida como odio –y no como saludable diferencia de opiniones–, irradia toxicidad sobre todas las relaciones sociales, no podemos los medios ser el vínculo metastásico de esa enfermedad. Y somos los periodistas quienes hacemos los medios cuyo contenido no es de ficción.

La Asociación de Entidades Periodísticas Argentina (Adepa), la Academia Nacional de Periodismo, el Foro de Periodismo Argentinos (Fopea) están claramente comprometidos en contribuir a un periodismo mejor. Pero eventos como el de este martes buscan profundizar más pluralmente el encuentro de aquellos que aman al periodismo sumando el aporte de esta generación. Confiados en que las nuevas generaciones de periodistas seguirán a su manera siendo actoras de la Argentina como, en la suya, lo fue en 1810 nuestro primer periodista, Mariano Moreno.