El auge en los mercados de los llamados países BRIC destaca el reconocimiento de Brasil como potencia del futuro. La sigla surgió de un informe de Goldman Sachs en 2003, en el cual sostenía que Brasil, Rusia, China e India son las economías del futuro y que estarían entre las diez más importantes del mundo para 2040. Brasil es el único país latinoamericano en este nivel, aunque durante los últimos años su crecimiento promedio ha sido bajo, un tercio del de China y la mitad de India y Rusia.Pero la población, la extensión territorial y los recursos naturales, siguen generando en el mundo una visión optimista sobre Brasil, país al que se ve no sólo como el líder natural de América del Sur sino también de América latina, superando a México en las proyecciones de largo plazo.
Las dificultades políticas que enfrenta el país azteca no contribuyen a que mejore su perspectiva. Pese a la confirmación del triunfo del candidato oficialista (Calderón) y el reconocimiento del mismo por el PRI, el candidato opositor (López Obrador) mantiene el cuestionamiento a la legalidad de la elección y a la legitimidad del ganador. La entrada al NAFTA no le ha dado a México una buena perspectiva de largo plazo a los ojos del mundo. El crecimiento promedio ha estado en los últimos años por debajo de EE.UU y la competencia de China en el primer mercado del mundo le plantea un problema de competitividad. México tiene más petróleo que Brasil, un PBI relativamente equivalente y una población un tercio menor, pero no logra generar el optimismo de largo plazo que sí tiene Brasil.
Pasando a Venezuela, las grandes ganancias del sector financiero confirman que Chávez toma a Fidel como modelo en lo político, pero no en lo económico. Desde 2003 han dado ganancia todos los trimestres en forma ininterrumpida y las tasas de interés de dos dígitos –justificadas en parte por la alta inflación– los ponen entre los más rentables de toda la región.Durante 2005, los activos financieros crecieron de u$s 30.000 a 40.000 millones y el gasto público se ha incrementado un 70% desde 2003, siendo causa principal del aumento de los depósitos.La cartera de créditos de consumo aumentó un 200% en los últimos dos años.Las emisiones y compras de bonos –como las realizadas a la Argentina y a Bolivia– han contribuido a aumentar las ganancias de los bancos y en alguna medida a permitir la salida de capitales del sector privado.Pese a ello, un tercio de la cartera crediticia de los bancos está dirigida por el Estado y la relación política de las entidades financieras con el gobierno resulta decisiva para su negocio. Pero las ganancias del sector financiero confirman que el modelo económico venezolano no es el socialismo de estado cubano.
Desde Bolivia, Evo Morales ha puesto de manifiesto la estrategia de Fidel en su final político hacia América latina. El presidente boliviano ha dicho públicamente que, antes de asumir, Castro le manifestó que no debía tener temor a represalias de EE.UU por sus políticas, diciéndole: "No tienes que tener miedo, Bolivia no es una isla como Cuba, tiene países amigos y riquezas naturales".Según Morales, le respondió:"Teniendo gas,petróleo y minerales,¿cómo vamos a tener miedo? Sólo debemos saber administrar, recuperar esos recursos". Esto confirma la influencia de Castro sobre Morales,pero en lo inmediato, es Chávez quien está más presente en Bolivia, con la compra de bonos por u$s 100 millones y con el acuerdo para construir una base militar.
En este contexto, la Argentina no debe olvidar que si bien en el corto plazo el eje Cuba-Venezuela-Bolivia parece decidir la agenda política de la región, en el largo,Brasil y México serán los países que definirán el futuro de América Latina.
(*) Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría
