COLUMNISTAS

Puro peronismo

default
default | Cedoc

La gran demostración de poder ejecutada ayer por el peronismo vuelve a ratificar por qué esa fuerza ha sido la protagonista excluyente de la política argentina de los últimos 65 años. Para bien y para mal.
A la tradición de los cimientos construidos a partir del partido y del sindicalismo, se sumaron ahora ciertos condimentos aparentemente contradictorios con la historia. No lo son tanto, en realidad. Al kirchnerismo devenido cristinista le importa cada vez menos el sello del PJ. Y el gremialismo sufre algunas fisuras en torno a la figura omnipresente y polémica de Hugo Moyano.

No viene por ahí, sin embargo, el principal foco de tensión. La cada vez más evidente disputa entre el líder de la CGT y la Presidenta fue el embravecido mar de fondo del acto en la 9 de Julio. Que ella no haya estado más que por carta, refleja no sólo que su esplendor en las encuestas de imagen no sufre por los avatares de esta relación con Moyano, sino más expresa que una supuesta distancia la favorece. Pero que Cristina haya pedido asistencia completa a todo el Gabinete (con excepción de Nilda Garré y Julián Domínguez) forma parte de la típica fórmula peronista: con una mano te doy y con la otra te saco.
Moyano es consciente de este doble juego porque él también lo practica.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Ayer hizo una sobreactuación en torno a su amor (político, se entiende) hacia la viuda de Kirchner. Intuye que las batallas hay que darlas hacia adentro, sobre todo, cuando se siente que el viento va a favor del otro. En este caso, de otra.
Por eso es que hay que esperar que se redoblen los conflictos, más allá de lo que quieren hacernos creer.
Ya lo decía el general Perón, que le encontraba una justificación a todo, al explicar que los peronistas eran como los gatos: todos creían que se estaban peleando cuando en realidad se estaban reproduciendo. Eso es puro peronismo.